Electromovilidad: transformación con grandes riesgos
La electromovilidad es un fenómeno que transforma la vialidad en Nuevo León, pero expertos advierten de sus riesgos multicatastróficos.
MONTERREY, Nuevo León.- En Nuevo León se están impulsando y normalizando métodos de transporte a base de electromóviles que van desde scooters hasta autobuses eléctricos.
A pesar de que esta es una alternativa más óptima a nivel tecnológico, esta implica enfrentar un riesgo aún mayor en caso de un accidente, que van desde explosiones químicas hasta el desarrollo de elementos cancerígenos.
La Agencia de Contraincendio de Electromóviles (EFA) es una agrupación compuesta de expertos capacitados en materia de contraincendios y electromovilidad.
En entrevista para POSTA Nuevo León los expertos de la Agencia, el director Alejandro Rodríguez y comandante Gregorio Medrano Ruiz, compartieron algunos conceptos importantes a conocer en materia de electromovilidad y sus riesgos.
El comandante Medrano explicó que un electromovil es todo aquel motor que en vez de realizar quema de combustibles fósiles, utiliza la energía eléctrica.
Mayormente los motores eléctricos suelen ser de iones litio, cuya batería almacena la electricidad necesaria para alimentar al vehículo.
El director Alejandro advierte que la electromovilidad implica dos grandes riesgos a nivel ciudadanía y global: riesgos ambientales y a la salud.
Riesgos ambientales
Al tratarse de motores de iones litio, una explosión provocaría la colación de estas sustancias en el ambiente -desde el aire hasta el subsuelo-.
El ingeniero Rodríguez explicó que se requieren cerca de 20 y 30 mil litros para sofocar el incendio de un vehículo híbrido; sin embargo esta agua al ser usada para repeler un incendio químico, queda afectada y contaminada.
El tratamiento de estas aguas usadas para repeler los incendios químicos debe ser meticuloso y planificado, de lo contrario llegará a afectar significativamente los cuerpos de agua naturales.
Riesgos a la salud
El desarrollo de electromóviles implica procesos distintos a las automotrices de hidrocarburos, además de que en caso de ocurrir un accidente, estos últimos provocarían daños desmedidos.
La explosión de un electromovil desataría reacciones químicas que, al ser parte de un motor de iones litio, pueden provocar daños contaminantes a los usuarios y a los bomberos, pues estos no cuentan con el equipo necesario para sofocar explosiones químicas de este tipo.
Los expertos aseguran que deben realizarse estudios y capacitaciones pertinentes a servidores públicos, ensambladoras, usuarios y transportistas sobre el funcionamiento de los motores eléctricos y cómo reducir los riesgos de un accidente.
La agencia busca consolidarse a nivel nacional e internacional para idear estrategias de liderazgo e innovación enfocadas al control de riesgos de electromóviles.
El director Alejandro asegura que la Agencia no está en contra de la electromovilidad, pero debe difundirse la información pertinente y responsable.
