A ver si la masa esponja
El relanzamiento del PAN mostró su confusión: presume inclusión, pero mantiene posturas conservadoras.
El relanzamiento del Partido Acción Nacional dejó en evidencia que no tienen rumbo. En resumen, presentaron un nuevo lema, cambiaron su logo, dijeron que ya no irán en alianza con el PRI, que se van a abrir a la ciudadanía (a través de una aplicación y rifando iphones, en serio), y aseguraron que “regresarán a sus valores de origen”, lo que sea que eso signifique.
Dudo que Manuel Gómez Morin, fundador del PAN, hubiera considerado uno de sus valores la defensa de las familias homoparentales, como ahora sostienen tanto Jorge Romero, líder nacional del partido y Luisa Gutiérrez, presidenta de Acción Nacional en la capital.
En entrevistas posteriores a su evento el sábado pasado, ambos han sostenido que su nuevo lema que le hace guiños a la ultraderecha no debe escandalizarnos. Según ambos panistas, eso de “Patria, Familia y Libertad”, incluye a todo tipo de familias, gays, y hasta aquellos que tienen perrhijos.
Aunque con ciertos mensajes, como con su nuevo lema, y ese asunto de “regresar a sus valores”, podría parecer que el PAN se está lanzando a la derecha más rancia, su defensa del matrimonio igualitario, confunde. Es una muestra más de su tibieza.
No están dispuestos a ser vistos como la opción de derecha en México, probablemente porque saben que eso no les haría favores en las urnas.
Mientras Jorge Romero enfatiza que los gays sí pueden entrar a Acción Nacional, pinta su raya con las mujeres a favor de los derechos reproductivos. En entrevista con Carmen Aristegui, dijo que la postura oficial del partido es el total rechazo al aborto. Así de claro. Incluso añadió que quienes defienden el derecho a decidir tienen otras opciones políticas por las cuales inclinarse, para que no quede duda.

Aunque parece confuso que por un lado “el nuevo PAN” defienda el derecho al matrimonio igualitario, y por el otro repudie el aborto, en realidad va en la línea de los movimientos de derecha alrededor del mundo.
Un ejemplo clarito es Estados Unidos. Ahí, Donald Trump fue el primer aspirante a la presidencia del bando republicano que posó con una bandera LGBT. Eso sí, en su primer mandato colocó jueces conservadores en la Suprema Corte que después revocaron la resolución “Roe vs Wade”, eliminando la protección nacional al aborto.
Te puede interesar....
Mujeres estadounidenses han muerto por esta decisión. Aunque en algunos estados se supone que se puede acceder al aborto en caso de que la vida de la madre esté en riesgo, la aplicación de esta normativa no es tan sencilla como se plantea.
Las doctoras en la mayoría de los casos no tienen total certeza de qué tan probable es que la mujer embarazada muera por una complicación. ¿Si es 20% probable que muera, y la doctora realiza una interrupción del embarazo, la médica será sancionada? La ley no da claridad al respecto. Por eso, las y los doctores prefieren evitar hacer estos procedimientos, lo que termina resultando en muertes de mujeres que fácilmente pudieron prevenirse.
Aunque ese es el panorama estadounidense en cuanto a los derechos reproductivos de las mujeres, el matrimonio igualitario (aunque amenazado), permanece.
Esto no debería sorprendernos. Para aquellxs con una visión conservadora limitada, cuando piensan en divergencia sexogenérica, lo que se les viene a la cabeza son generalmente hombres gays. ¿Por qué habrían de quitarles sus derechos a ellos?
Ah, pero eso sí, que las mujeres se mueran. Esta es la postura del nuevo PAN. Al analizar las interseccionalidades se entiende que hay una jerarquía. Finalmente, los hombres gays o negros siguen siendo hombres. Esta manera de ver el mundo ha permeado en la forma en que los derechos de distintas poblaciones han sido aprobados o desechados. Un ejemplo sencillo es el derecho al voto en Estados Unidos.
En 1870 se aprobó para los hombres negros. Hasta 1920 para las mujeres blancas. Y casi 100 años después que los hombres negros, en 1965 las mujeres negras pudieron ir a las urnas.
Este análisis también puede aplicarse en México. El matrimonio igualitario se aprobó a nivel nacional en todos los congresos en octubre de 2022. Tres años después sigue habiendo varias entidades donde el aborto no ha sido despenalizado. Hay gobernados por la oposición (Guanajuato, Querétaro, Nuevo León, Durango y Chihuahua) y por la 4T, que supuestamente defiende los valores de izquierda (Sonora, Tamaulipas, Morelos y Tlaxcala).
Te puede interesar....
Que el PAN repudie la homofobia al menos en su discurso oficial (las posturas de sus militantes y simpatizantes son otra cosa), es signo de su desesperación. Arrojan mensajes mixtos, un poco de ultraderecha, un poco de progresismo, esperando que la masa esponje.
Con el temor de perder el registro por falta de afiliados, se comprende que decidan abrirle la puerta a los gays, pero eso sí, no a las mujeres a favor de los derechos. Ellas que ni se asomen, tampoco es pa’ tanto.






