De la crisis a la emergencia

En ese punto nos encontramos en Nuevo León

En ese punto nos encontramos en Nuevo León.

Un problema que, como lo advertimos aquí, no supieron cómo anticiparlo, gestionarlo, mitigarlo.

La crisis nos rebasó... Enfrentamos consecuencias cada vez más duras... y quizá no hemos visto lo peor.

Inconcebible, que un estado que había sido líder en muchos aspectos, hoy tenga a sus gobernantes con veladoras encendidas y con los santos de cabeza para que llueva.

Y no solo eso, que digan abiertamente a la población que “nos pongamos a rezar para que nos llegue un huracán”, porque apenas así se podrán llenar las presas.

Como si la actividad ciclónica dependiera de nuestras plegarias... Las medidas anunciadas son drásticas... No tienen precedente... Y no hay forma de que puedan cumplirse al pie de la letra...

Desecharon el programa de recortes de un día a la semana, por uno que limita el suministro de agua potable a solo seis horas al día, de 4 a 10 de la mañana, de lunes a domingo...

Pero, ¿cómo le van a hacer para cerrar la llave a toda la ciudad, 18 horas, todos los días?

Técnicamente NO es factible. Esto no funciona presionando un botón o dándole vuelta a una manivela.

La red de abastecimiento, que incluye plantas potabilizadoras, tanques de almacenamiento, ductos, infraestructura hidráulica, es realmente compleja.

Al inicio de esta administración despidieron a personas con décadas de servicio, que realmente le sabían.

¿Y cuál es el resultado?

El mismo que ya vimos en los dos meses anteriores.

Hay colonias que no tienen agua durante 4 o 5 días consecutivos... Ahí están los habitantes acarreando agua de algún arroyo... o esperando a que les manden una pipa... en días en que tenemos temperaturas extremas.

Y tenemos a un sector privilegiado, un pequeño porcentaje de usuarios a quienes no les han cortado el agua ni un minuto, en lo que va de este periodo

crítico.

Ese Plan Maestro para garantizar el agua ha sido un fracaso.

Le apostaron a la perforación de pozos someros y profundos... pero el agua que han obtenido no ha sido suficiente.

Y los proyectos hídricos de largo plazo, como traer agua del Río Pánuco, la construcción de un segundo ducto de la presa El Cuchillo hacia Monterrey, o la construcción de una planta desalinizadora en Texas, tendrán que esperar... están contemplados para después del 2027... o sea, le dejarán la papa caliente a la siguiente administración.

Sin el apoyo prometido por el Presidente, y con el gobernador peleándose con todo el mundo y nomás repartiendo culpas, a ver si Dios Tláloc se apiada de nosotros... De lo contrario, no vamos a superar esta emergencia.

Soy Gregorio Martínez... Más Allá de la Noticia... Nos vemos y nos escuchamos... Aquí en POSTA.