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CLARA VILLARREAL
¿Imagen o Percepción?
Por: CLARA VILLARREAL

Publicado el

Oro o dorado

“Cuando la vida te afina la mirada”

Con los años se afina la mirada, no porque uno pierda la capacidad de asombro, sino porque ya aprendió que no todo lo que brilla merece quedarse. Es la edad donde el corazón se vuelve más sabio, donde las heridas ya no duelen igual porque han sido grandes maestras, y donde la intuición ya no se cuestiona tanto porque ha demostrado tener razón más de una vez.

Cuando somos jóvenes, muchas veces confundimos carisma con carácter, apariencia con esencia, palabras dulces con intenciones nobles. Nos dejamos llevar por el envoltorio sin revisar el contenido. Nos seducen las luces, las poses, los discursos bien armados. Pero con el tiempo, y tras algunas decepciones necesarias, uno aprende a mirar con calma. A observar, no solo a ver. A escuchar lo que no se dice. Y ahí, justo ahí, empieza la verdadera claridad.

Se vuelve evidente quién es oro: esas personas que no necesitan mostrar demasiado porque su sola presencia da paz. Las que no se adornan con lo ajeno ni buscan aprobación constante. El oro se nota en quien permanece cuando no hay aplausos, en quien acompaña en lo simple, en quien actúa con coherencia aunque nadie lo sepa. El oro sostiene, no presume. El oro se forja en el carácter, no en el escaparate.

Y al mismo tiempo, empieza a doler menos cuando se descubre a quien solo se viste de dorado.

Porque ya entendimos que todos estamos librando nuestras propias batallas y que no todos están listos para ser transparentes. Ya no hay enojo, solo distancia. Ya no hay decepción, solo aceptación. No todos se quedarán, y eso también es amor propio.

Esta edad, bendita edad, no se mide en años, sino en la profundidad de las vivencias. Es una edad emocional que nos permite filtrar desde la serenidad, no desde la necesidad. Y desde ahí, se cultivan relaciones más sanas, más reales, más duraderas.

Porque cuando uno ya sabe distinguir, se rodea diferente. Y entiende, con gratitud, que el verdadero brillo no deslumbra: ilumina.

Y así, con esa certeza, la vida se vuelve más ligera y mucho más verdadera.

Hay una cierta edad donde ya se logra identificar quién es oro y quién se viste de dorado.

Para más información:

X e Instagram: @claravillarreal

contacto@claravillarreal.com


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