Séptimo año, el más difícil

Desde las burbujas del poder.

DURANGO, Durango.- Todo mundo pensaría que el sexto año de gobierno de un presidente es el más difícil, Pues los estudiosos afirman lo contrario: el séptimo lo es.

Ah caray, ¿Cómo el séptimo, si el mandato constitucional es de seis?

Para entenderlo, se explica de la siguiente manera:

Ya sin el séquito de aduladores, ni con el respaldo absoluto y ciego de las fuerzas armadas, el “ex” hace frente a los reclamos, no pocos, de los saldos de su administración.

Tampoco en el séptimo se cuenta con las “plumas” pagadas, quienes magnificaban los aleluyas y coros de todo lo que hacía.

Los contratistas, si bien lo buscan para que intervenga en el pago de algún adeudo pendiente, ahora ni el teléfono le contestan. Es la ley de la selva: “muerto el rey, viva el rey”.

Prácticamente solo, se enfrenta al juicio político y ciudadano, este último el más severo. Las loas son ahora para el gobernante en turno, a quien le demandan proceda contra el que recién dejó el mando.

Todo lo contrario a la ley de la creación: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día'. El séptimo día descansó.”

MORENA y su gobierno, están viviendo el séptimo día, el peor para un gobierno.

Tal parece que el engrudo se les hizo bolas, los graves conflictos de ingobernabilidad en Campeche y, guardada proporción en otras entidades; la ineficacia e inoperable de la refinería que no ha producido un solo litro de gasolina, el desastre de su cacareado tren maya y el aeropuerto Felipe Ángeles sin vuelos, son las pesadillas diarias.

Los mexicanos ya queremos que termine de gobernar MORENA y su Cuarta Transformación. El 2 de junio, lo vamos hacer sin miedos y muy conscientes.