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ALFREDO RAMÍREZ

Tenis a Fondo

Por: ALFREDO RAMÍREZ

Publicado el

Tenis femenil, competitividad que engancha

La palabra hegemonía parece estar desterrada en el tenis femenil de la actualidad, pero… ¿Esto es positivo o negativo?.

La palabra hegemonía parece estar desterrada en el tenis femenil de la actualidad, pero… ¿Esto es positivo o negativo?.

Con el triunfo de la británica de 18 años Emma Raducanu en el Abierto de Estados Unidos, se dispararon las interrogantes sobre si falta una líder en el circuito.

Lejos quedaron las épocas en las que Serena Williams o su hermana Venus dominaban la WTA y más atrás la alemana Steffi Graf.

Un ejemplo: Desde el 2016 ninguna jugadora ha podido ganar más de un Grand Slam en un año calendario, por lo que distintos nombres han aparecido en los trofeos de campeonas.

Los nombres de Jelena Ostapenko, Iga Swiatek, Sofia Kenin, Bianca Andreescu y Barbora Krejcikova, entre otras, han salido a la luz de un título y han alimentado el interés por este deporte.

Caso contrario al circuito varonil, en el que el llamado “Big Three” conformado por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic han sido los mandones las dos últimas décadas tanto en torneos Grand Slam como en el ranking mundial.

Sin embargo, entre los conocedores y los aficionados del tenis siempre queda la duda de qué tan benéfico es para el tenis tener una dominadora, la que arrase con todos los títulos y realice hazañas nunca antes vistas en el deporte en general.

Al contrario, el US Open nos presentó a una jugadora de 18 años que apenas jugaba su segundo torneo grande, que tuvo que calificar para entrar al cuadro principal por estar en el lugar 150 del mundo y que se coronó ganando el dinero que nunca había ganado en su incipiente carrera.

Así, la tendencia actual del circuito femenil es que casi cada semana hay una campeona distinta y ante esto surgen varias interrogantes.

¿Son todas muy buenas o ninguna tiene nivel de campeona? ¿Existe una líder moral en el circuito? ¿Es normal que la 150 del mundo gane, no un torneo cualquiera, sino un Grand Slam? ¿Esto es bueno o malo para la WTA?

Por un lado es positivo tener un circuito muy abierto en el que siempre haya la expectativa por saber quien va a ganar porque existen muchas opciones.

La variedad es positiva porque así la gente conoce a más jugadoras y distintas formas de juego y es muy constructivo que el nivel esté más parejo porque favorece a la competitividad.

Además, al existir esta paridad quiere decir que cada vez más jugadoras tienen acceso a aspectos que le han ayudado a mejorar su juego, como la tecnología, la psicología, la alimentación y la preparación física, entre otros.

Pero por otro lado, en todo circuito siempre ayuda tener a una figura omnipresente, una líder tanto dentro como fuera de la cancha que ayude incluso a mejorar el marketing.

Cuando Serena dominaba el circuito, todo mundo conoció más del tenis femenil y los contratos llegaron con mayor facilidad porque había alguien que vendía muy bien este deporte.

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