El secretazo para hacer composta con las heces de tu mascota, según la UNAM
Transformar las heces de tu perro en composta es una excelente forma de reciclar y cuidar el medio ambiente.

Según la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE, 2021) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México cuenta con alrededor de 80 millones de mascotas.
De estas, casi 44 millones son perros. La gran mayoría de los hogares mexicanos se enriquecen con la compañía de estos amigos de cuatro patas.
Sin embargo, no todos los dueños de mascotas cumplen con su deber. Además de ofrecerles alimentación y atención médica, está la responsabilidad de recoger sus heces en la vía pública.
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¿Cómo se ha mejorado el uso de heces como composta?
En un esfuerzo por transformar el compostaje, académicos de la FES Acatlán han diseñado una metodología que utiliza hojarasca, lombrices rojas californianas y heces caninas.
Este enfoque innovador busca acelerar el proceso, logrando resultados en un tercio del tiempo que lleva el método tradicional, al mismo tiempo que minimiza la carga patógena.
La clave de esta propuesta reside en las lombrices rojas, que desempeñan un papel crucial al descomponer los residuos.
César González Guerrero, una de las mentes detrás de esta investigación, explica que estos pequeños seres ayudan a obtener un suelo más nutrido y saludable, permitiendo reutilizar desechos orgánicos de manera eficiente.
¿Qué recursos se necesitan para crear el compostaje?
Además, la metodología cuenta con la ventaja de requerir elementos accesibles. La hojarasca aporta carbono y las heces caninas, junto con restos de comida, suministran nitrógeno.
Durante años, el estiércol de animales ha sido usado directamente en la agricultura, pero ahora sabemos que el compostaje de estos residuos mejora significativamente la calidad de los cultivos.
El humus producido por la lombriz roja se convierte en un aliado esencial para enriquecer el suelo y garantizar el crecimiento saludable de las plantas.
El principal desafío con las heces de perro es su alta carga patógena, lo que provoca que se consideren poco adecuadas para el compostaje.
Sin embargo, tras un proceso específico que eleva la temperatura a 60 o 70 grados, estos patógenos se reducen considerablemente, convirtiendo los residuos en un recurso útil en la lombricomposta.
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¿Cuál es el método de preparación del compostaje?
Una experiencia reciente ha explorado la combinación de restos de cocina y heces caninas para crear una mezcla nutritiva.
La composta es una solución práctica y ecológica para enriquecer el suelo utilizando residuos orgánicos. Aquí te presentamos los pasos clave para preparar esta composta de manera efectiva:
- Espacio y Materiales: Necesitarás un recipiente para compostar, que puede variar de 10 a 100 litros. Además, reúne cinco litros de hojarasca triturada, cinco de residuos de cocina y otros cinco de heces de perro.
- Premezcla Inicial: Comienza haciendo una premezcla de todos los ingredientes y deja reposar la mezcla durante unos 15 días para iniciar el proceso de precompostaje.
- Inoculación de Lombrices: Después de la fermentación inicial, agrega unas 100 lombrices rojas a la mezcla. Asegúrate de incluir un poco de composta existente para ayudar a establecer su nuevo hogar.
- Distribución y Reproducción: Las lombrices se moverán rápidamente en busca de alimento y, si se sienten cómodas, comenzarán a multiplicarse, lo que acelerará el proceso de descomposición.
- Estrategia de Compostaje Continuo: Para obtener composta constante, coloca varias mezclas en diferentes etapas. Esto te permitirá recoger composta lista mientras alimentas nuevas mezclas que están en proceso.
- Reducción de Desechos: Utilizar heces caninas no solo transforma un problema de residuos, sino que también produce un fertilizante muy beneficioso para tus plantas, contribuyendo a un ciclo sostenible.
¿Cómo se transforma el compostaje?
Con cada etapa del proceso de compostaje, la apariencia de las heces va desapareciendo y se transforma en un material que se asemeja a la tierra.
Además, los olores desagradables también disminuyen, lo que hace que este método sea más aceptable para la práctica agrícola moderna.
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