La leyenda del Niño Fidencio congrega a miles de seguidores
En un poblado llamado Espinazo, encallado en el municipio de Mina, Nuevo León, el Niño Fidencio se convirtió en una leyenda.
MINA, Nuevo León.- A 83 años del fallecimiento de José Fidencio Constantino Sintora mejor conocido como el Niño Fidencio, se sigue honrando su vida.
En un poblado llamado Espinazo, encallado en el municipio de Mina, Nuevo León, el Niño Fidencio se convirtió en una leyenda.
Se dice que para entrar tienes que dar la vuelta tres veces al pirul, uno de los árboles utilizado para curar y que se encuentra al inicio del poblado y también para despedirte.
Ahí puedes encontrar la iglesia dedicada al Niño Fidencio, pero ¿quién era él?, se dice que fue un curandero que, salvó muchas vidas, hasta la fecha son muchos los creyentes que año con año van para sanar.
A un costado de la iglesia se encuentra un pozo con agua, los creyentes van a sumergirse porque se dice tiene dotes curativos.
Lo que pasa es que yo ya no podía caminar, y ahorita batallo, pero ya camino, y ya me puedo mover si viste batallé para sentarme, pero no puedo, pero ya voy de salida
Muchos llegan de rodillas, otros tantos caminado. En vida el Niño Fidencio no solo usaba las plantas para sanar, también usaba trozos de cristal de las botellas de vidrio como bisturí y después cosía las heridas.
La fama José Fidencio Constantino creció a nivel mundial, Alfonso XIII, rey de España en 1902 intentó ir al espinazo, pero justo llegó el momento de su exilio y no pudo cumplir con la visita, el que si llego fue el ex presidente Plutarco Elías Calles.
Tras su muerte, surgieron las llamadas cajitas o materias, son personas elegidas por el espíritu del Niño Fidencio para continuar con su legado.
Yo sentí como una fuerza muy grande, y sentía algo aquí muy fuerte, se siente un dolor, pero también se siente de felicidad y eso es muy bonito, y ya tiene como más de dos años que los seres a mí me bajan
Con tan sólo 40 años, el 19 de octubre de 1938 perdió la vida en brazo de su fiel amigo Enrique, quien se dice fue el que lo enseñó a curar por medio de las hierbas a 83 años de su muerte, la leyenda del Niño Fidencio sigue y millones de fieles se dan cita para pedir su ayuda.
Un poblado, con un misticismo, que guarda una fe y recibe a todos los visitantes, viajeros y personas que busquen un poco de esperanza.
