
La rabia no solo es por los vidrios rotos: es por un país que se vende y se olvida de su gente.

La rabia no solo es por los vidrios rotos: es por un país que se vende y se olvida de su gente.

La CDMX está en evolución constante pero causa desplazo a los trabajadores.

Así como hay zonas llenas de árboles, hay otras donde el único verde que ves es el de las paredes o supermercados.