Esta flor nativa de Tamaulipas puede ser usada para aliviar dolores de riñón y estómago
De acuerdo a la tradición popular, esta flor puede prepararse en tés como un efectivo diurético auxiliar en malestares renales y estomacales.

Tamaulipas es tan basto en ecosistemas y flora como cada una de las propiedades que la tradición popular y la medicina ancestral confiere a sus plantas nativas.
Uno de estos casos es la flor de palo verde (Parkinsonia aculeata), cuyo brillante amarillo no solo hermosea las regiones semiáridas del norte y el centro de Tamaulipas, sino que también brinda importantes servicios ecológicos e incluso alivia algunos malestares físicos.
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¿Cuáles son las propiedades del palo verde y su flor?
Según registros etnobotánicos y de medicina tradicional mexicana, el palo verde ha sido utilizado por generaciones para aliviar dolores renales, estomacales y fiebres leves.
La corteza y ramas tiernas se cuecen para preparar diuréticos suaves, ayudando a reducir inflamaciones en las vías urinarias y aliviar el malestar en los riñones.
Mientras que las hojas y flores, en cambio, se usan en infusiones o tés para tratar cólicos o malestares digestivos.
A pesar de la eficacia que muchos pobladores atribuyen a esta planta, no existen estudios científicos concluyentes que respalden formalmente su uso médico, por lo que especialistas recomiendan precaución.
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¿Cuál es la importancia ecológica del palo verde?
Además de sus posibles beneficios terapéuticos, el palo verde también cumple funciones ecológicas importantes ya que sirve como sombra, forraje para el ganado y ayuda a controlar la erosión en tierras áridas.
Por su adaptabilidad y resistencia al inclemente clima de Tamaulipas, incluso ha sido aprovechado en programas de reforestación y restauración ambiental.
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¿Dónde puedes encontrar el palo verde en Tamaulipas
El palo verde es un árbol que florea muy común en Tamaulipas pero se le puede encontrar principalmente en las regiones norte y centro de Tamaulipas.
Específicamente en municipios como Reynosa, San Fernando, Jiménez, Padilla y otras localidades vecinas, por mencionar algunos.
Crece naturalmente en terrenos secos, caminos rurales y márgenes de arroyos, donde resiste altas temperaturas y suelos pobres que lo convierten en un árbol y una flor nativa de Tamaulipas muy versátil.
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