Harán análisis de laboratorio a fragmentos de cohete que cayeron en la frontera de Tamaulipas
Los restos metálicos ya fueron recolectados y puestos bajo resguardo; un laboratorio determinará su peligrosidad. Hasta ahora no se reportan daños visibles a la fauna ni al entorno natural.
Tras la explosión de un cohete lanzado desde Boca Chica, Texas, fragmentos cruzaron la frontera y cayeron cerca del río Bravo. Autoridades mexicanas ya inspeccionan posibles afectaciones a ecosistemas en Matamoros y la playa Bagdad.
¿Qué ocurrió con los restos del cohete y cómo llegaron a Tamaulipas?
Durante un intento de despegue en la base espacial de Boca Chica, Texas, un cohete explotó y provocó la dispersión de fragmentos de su estructura. Parte de esos residuos metálicos terminaron cruzando el río Bravo, impactando en predios del lado mexicano, específicamente en la región de Matamoros.
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Este hecho generó la rápida movilización de la Procuraduría Ambiental y Urbana de Tamaulipas (PAUT), la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), así como de autoridades federales.
Aunque al momento de la inspección ya no se hallaban restos visibles, debido a que fueron previamente recolectados por autoridades de los tres niveles de gobierno, el incidente levantó preocupación por su posible impacto ecológico en uno de los márgenes naturales más importantes del norte del país.
¿Qué se sabe del daño ambiental hasta ahora?
El procurador ambiental Ramiro Lozano González informó que no se encontraron indicios de afectación a la fauna terrestre ni marina durante el recorrido por la ribera del río Bravo ni en la playa Bagdad. Sin embargo, por protocolo, los fragmentos recuperados se enviarán a análisis en un laboratorio especializado, donde se determinará su composición química y si representan un riesgo para el medio ambiente.
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La coordinación entre la PAUT, la SEDUMA, SEMARNAT, SEMAR, PROFEPA y CONAGUA fue clave para actuar de manera preventiva. Las autoridades también acordaron mantener una vigilancia activa en las zonas vulnerables, con el objetivo de actuar rápidamente en caso de encontrar nuevos residuos o cambios en las condiciones ambientales.
¿Qué sigue tras esta evaluación preliminar?
Aunque los primeros recorridos no arrojaron daños evidentes, las autoridades ambientales subrayaron que el monitoreo no se detendrá. El caso representa un ejemplo de cómo los incidentes ocurridos fuera del país pueden tener implicaciones transfronterizas, especialmente cuando se trata de lanzamientos espaciales cercanos a la frontera.
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El Gobierno de Tamaulipas, encabezado por Américo Villarreal Anaya, ha reiterado su política de vigilancia ambiental permanente, especialmente en zonas naturales sensibles. “Nuestro compromiso es actuar con rapidez y responsabilidad ante cualquier situación que ponga en riesgo nuestros ecosistemas”, declaró Lozano González.
Mientras se esperan los resultados de laboratorio, los restos del cohete permanecen bajo resguardo del Gobierno Municipal de Matamoros. La comunidad científica y ambiental se mantendrá atenta a los hallazgos, en una región donde el cielo y la tierra, literalmente, se cruzaron.
