Nuevo Laredo: la capital aduanal que mueve al país, pero no despega
Mientras miles de camiones cruzan cada día por su frontera, el desarrollo urbano y social de Nuevo Laredo sigue esperando.

Cada día, miles de camiones cruzan por esta frontera tamaulipeca, generando una derrama fiscal sin precedentes. Aun así, sus calles, hospitales y servicios públicos no reflejan la importancia que tiene en la economía del país. Nuevo Laredo recauda miles de millones, pero el desarrollo social y urbano sigue sin llegar.
¿Qué papel juega la aduana de Nuevo Laredo en la economía nacional?
Con más de 12,000 cruces diarios de camiones, la aduana de Nuevo Laredo lidera en recaudación fiscal: en 2024 generó 200 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la ANAM. Se trata del puerto seco con mayor densidad comercial en América Latina y uno de los más transitados del mundo.
A través del Puente Internacional del Comercio Mundial III se moviliza el 85 % del intercambio bilateral con Estados Unidos. Sin embargo, el dinamismo económico que pasa por la ciudad no se traduce en bienestar local.
¿Por qué ese movimiento millonario no se refleja en desarrollo urbano?
Pese a su importancia logística, Nuevo Laredo tiene apenas 32 maquiladoras y una infraestructura deficiente. No hay hospitales de tercer nivel, los vuelos nacionales son escasos, y muchas colonias no tienen servicios básicos. Empresarios locales como Enrique Morán, presidente de Index Nuevo Laredo, denuncian trabas administrativas y falta de condiciones para atraer inversión. Incluso los permisos ambientales se han convertido en obstáculos para nuevos parques industriales.
“La industria no espera”, afirma. La llegada de la ANAM, aunque prometedora, se ve con cautela: hay temor de que se convierta en una “burbuja burocrática” que no derrame beneficios fuera de su perímetro.
¿Qué hace falta para que la ciudad deje de ser solo un paso y se convierta en un destino?
Con el potencial logístico ya comprobado, los actores locales coinciden en que se necesita voluntad política, infraestructura complementaria y visión de largo plazo. El nuevo puente ferroviario, inaugurado en febrero de 2025, y la mudanza oficial de la ANAM podrían marcar un antes y un después.
Pero si no se articulan políticas de vivienda, servicios y seguridad, la ciudad podría seguir cargando con el peso del país… sin recibir su recompensa.