Queman una tonelada de marihuana en la frontera de Tamaulipas
El evento se llevó a cabo en las instalaciones de la Octava Zona Militar, bajo vigilancia federal y del Ejército.
Autoridades federales realizaron una incineración masiva de drogas aseguradas durante diversos operativos en la frontera de Tamaulipas. El acto fue encabezado por la Fiscalía General de la República en coordinación con fuerzas militares. Se trató de una medida prevista en la ley, pero que también envía un mensaje claro contra el crimen organizado.
¿Cuánta droga fue destruida y por qué?
En total, se incineraron una tonelada con 603 kilogramos de marihuana, 17 gramos de cocaína y 2 mil 380 unidades de metilfenidato, un medicamento psicotrópico comúnmente utilizado de forma ilegal como estimulante.
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La Fiscalía General de la República (FGR), a través de su delegación en Tamaulipas, encabezó este acto de destrucción como parte del Programa Nacional de Eliminación de Narcóticos, establecido en el Código Nacional de Procedimientos Penales.
La droga fue decomisada en diversos operativos realizados por fuerzas estatales, federales y militares en la región fronteriza, especialmente en Reynosa, Matamoros y zonas rurales aledañas donde suele operar el trasiego de estupefacientes.
¿Dónde ocurrió la incineración y quién supervisó el proceso?
La destrucción se llevó a cabo en los patios de la Octava Zona Militar en Reynosa, bajo estrictas medidas de seguridad. En el lugar estuvieron presentes elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), personal ministerial de la FGR, así como autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
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Todo el procedimiento fue certificado por peritos y representantes del Órgano Interno de Control, con el fin de garantizar la legalidad, transparencia y trazabilidad del manejo de los narcóticos asegurados. La incineración de drogas es una medida legal prevista para evitar su reingreso al mercado ilegal y proteger la salud pública.
¿Qué impacto tiene este tipo de acciones en la seguridad del estado?
Aunque la incineración de drogas no resuelve por sí sola el problema del narcotráfico, representa un golpe operativo y simbólico al crimen organizado, ya que impide que estas sustancias lleguen a consumidores y refuerza el control de las autoridades sobre los decomisos. En Tamaulipas, particularmente en municipios fronterizos, este tipo de operativos son clave para mantener la presión sobre grupos delictivos.
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En palabras de un agente federal presente en el acto: “Cada kilo destruido es una oportunidad menos para que estas drogas dañen a nuestras comunidades”. El gobierno federal ha reiterado su compromiso de seguir eliminando todo tipo de sustancias ilegales mediante operativos de intercepción y destrucción inmediata.
