Se está secando el Río Bravo en la frontera entre Tamaulipas y Texas
La Comapa de Nuevo Laredo advierte que el bajo nivel impide el bombeo eficiente, generando baja presión y riesgo para la infraestructura. Piden a la población reducir su consumo y cuidar cada gota.
Pese a las lluvias en otras regiones del país, la sequía sigue golpeando fuerte al norte de Tamaulipas. En Nuevo Laredo, el Río Bravo ha descendido a niveles históricos, con apenas 27 centímetros de profundidad, lo que ya impacta en el abasto de agua para miles de familias.
¿Por qué está tan bajo el nivel del Río Bravo en Nuevo Laredo?
Aunque ha llovido en varias partes del país, las precipitaciones no han sido suficientes en la cuenca del Río Bravo, especialmente en la zona fronteriza.
La Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) de Nuevo Laredo informó que el caudal del río se encuentra en solo 27 centímetros, una cifra crítica que limita gravemente el proceso de extracción de agua para uso doméstico.
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El problema se agudiza por el calor extremo y la evaporación acelerada, sumado a la falta de escurrimientos desde la sierra y la presión sobre las presas binacionales. Este escenario no solo afecta al lado mexicano, sino también al estado de Texas, en donde el Río Grande —como se le conoce allá— también sufre un descenso preocupante.
¿Cómo afecta esto al suministro de agua en la ciudad?
El nivel tan bajo en las bocatomas de Planta Centro impide que las bombas trabajen con normalidad. La succión se vuelve ineficiente, ya que existe el riesgo de que en lugar de agua se aspire aire, lo que puede dañar los equipos hidráulicos. Esto se traduce en bajas presiones en las colonias más alejadas o altas, lo que ya es evidente en distintos sectores de Nuevo Laredo.
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En un comunicado oficial, la Comapa explicó que se está haciendo un equilibrio delicado entre la entrada y salida del agua en la red, pero las condiciones extremas no permiten mantener la estabilidad. Por eso, la dependencia hizo un llamado urgente a la ciudadanía para reducir su consumo y adoptar medidas de ahorro en casa.
¿Qué podemos hacer ante esta emergencia hídrica?
Las autoridades recomiendan acciones sencillas pero efectivas: cerrar la llave mientras se lava uno los dientes, reducir tiempos en la regadera, reutilizar agua para limpieza y evitar el riego de patios o lavado de autos. Si bien parecen medidas pequeñas, pueden marcar la diferencia en medio de esta crisis.
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Esta situación también reaviva el debate sobre el uso del agua en zonas fronterizas, el cumplimiento del Tratado de Aguas entre México y Estados Unidos, y la necesidad urgente de inversiones en infraestructura hídrica y nuevas fuentes de abastecimiento.
Mientras tanto, el Río Bravo —vital para el norte del país— agoniza entre lodo, calor y abandono. Y aunque parezca que el agua siempre está ahí, hoy Tamaulipas enfrenta una realidad dolorosa: el río ya no alcanza.
