El PIB de Tamaulipas creció 2.5% y refleja poca atracción de inversiones
El Producto Interno Bruto por Entidad Federativa del INEGI revela que Tamaulipas creció 2.5% , lo que sugiere un aprovechamiento insuficiente de su potencial fronterizo en la actual ola de inversión

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía presentó los resultados del Producto Interno Bruto por Entidad Federativa (PIBE) para el año 2024 , revelando que la economía nacional creció a un ritmo real del 1.4%.
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En este contexto, Tamaulipas registró una variación anual del 2.5%. Si bien este resultado lo coloca por encima del promedio de México y evita los números negativos, un análisis crítico y comparativo indica que el estado no está capitalizando su posición estratégica al máximo de su potencial.
¿Por qué se considera que Tamaulipas presenta Rezago Competitivo?
Para un estado con una amplia extensión de frontera con Estados Unidos, una vocación histórica industrial y una ubicación clave para el fenómeno de relocalización de cadenas (nearshoring), el crecimiento de 2.5% se considera moderado.
La verdadera prueba de su dinamismo se encuentra al contrastar su desempeño con el de sus vecinos del bloque económico del noreste, lo que evidencia que la entidad está cediendo terreno en la competencia por la inversión.
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La crítica más contundente a los resultados de Tamaulipas reside en su comparación con Nuevo León, la entidad que hoy lidera la atracción de inversión en el norte de México.
El crecimiento de Tamaulipas del 2.5% se queda atrás de la expansión de Nuevo León, que creció a una tasa del 3.4% , lo que representa una diferencia de 0.9 puntos porcentuales en un periodo de fuerte demanda de manufactura fronteriza.
Esta brecha de crecimiento se suma a la diferencia en la escala económica, pues en términos nominales, Nuevo León aporta el 8.1% del PIB nacional, mientras que Tamaulipas contribuye con el 3.0%.
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Este desempeño sugiere que la entidad neolonesa está aprovechando con mayor eficacia las oportunidades del nearshoring y las ventajas de la zona fronteriza. Incluso al compararse con otro vecino fronterizo como Coahuila, que registró una caída del -0.6%, el resultado de Tamaulipas no lo coloca como un líder regional de la recuperación, sino como un estado de crecimiento intermedio, muy lejos de las tasas que permitirían alcanzar y superar a otros estados.
¿Por qué deben ser revisados con lupa estos resultados del PIBE?
Un análisis más profundo de los componentes del PIBE revela por qué el crecimiento de 2.5% debe tomarse con cautela y crítica. El crecimiento del PIB se compone del Valor Agregado Bruto (VAB) y los Impuestos sobre los Productos Netos (ISPN).
En el caso de Tamaulipas, el VAB, que mide la producción real de bienes y servicios (industria, comercio, servicios), solo creció un 2.4%. En contraste, el componente de los ISPN, que está asociado a la recaudación fiscal (impuestos), creció a una tasa mucho mayor, del 4.5%.
Esta estructura de crecimiento sugiere que el resultado total del 2.5% fue impulsado de manera desproporcionada por el rubro fiscal y no por una expansión igualmente vigorosa de su producción interna.
La conclusión crítica es que Tamaulipas necesita urgentemente fortalecer los incentivos a la producción y la inversión directa para que su motor económico real se expanda a una tasa competitiva.
El crecimiento de 2.5% coloca a Tamaulipas en la posición 15 dentro de las 22 entidades que mostraron un avance económico en el periodo.
El estado se encuentra significativamente rezagado de los estados que lideraron la bonanza económica, los cuales duplicaron o más la tasa de crecimiento de Tamaulipas. Por ejemplo, Oaxaca creció 5.4%, Zacatecas 4.9% y Durango 4.7%.
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Esta ubicación en la parte media de la tabla de crecimiento, a pesar de su potencial geoestratégico, obliga a cuestionar la efectividad de las políticas actuales para posicionar a Tamaulipas entre las economías de mayor crecimiento del país













