Es el ave acuática más grande de América y es nativa de Yucatán
De pluma blanco, cuello rojizo, pico negro y grande, esta especie de cigüeña se puede encontrar en algunas zonas de Yucatán

Con una altura de más de un metro y medio, esta ave exótica y nativa de Yucatán, es la más grande de América y es inconfundible por su plumaje blanco, su pico y cabeza negros sin pluma y una franja roja en el cuello.
Además, destaca por la longitud de sus alas, que al abrirse pueden extenderse hasta los 3 metros, lo que le permite planear con elegancia sobre humedales y sabanas inundadas, el hábitat donde consiguen su alimento.

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¿Cuál es el ave más grande de América que vive en Yucatán?
Catalogada en peligro o amenaza, la cigüeña jabirú es un animal que puede encontrarse, cada vez, en la zona de la península de Yucatán, así como en los humedales de Chiapas y Tabasco, en poblaciones reducidas.
Esta especie se alimenta de peces, serpientes y crías de cocodrilos, al igual que moluscos e insectos. Aunque en época de sequía puede alimentarse de carroña.
Entre las curiosidades de esta ave están que es solitaria y se comunica con golpes de pico y lenguaje corporal. Además, se caracteriza por su fidelidad, pues es solo tiene una pareja de por vida, con quien construyen sus nidos.
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¿Dónde encontrar la cigüeña jabirú en Yucatán?
Aunque ya es poco común encontrar a esta ave en la península de Yucatán, se tiene registro de su presencia en la Reserva de la Biosfera de Los Petenes, que colinda con Celestún, que les ofrece un ambiente apropiado.

Otro punto donde se han reportado jabirús es al noreste de Yucatán, en la Reserva la Biosfera Ría Lagartos, sobre todo en los meses de migración o en las temporadas de lluvias. Cabe recordar que ya son pocos los ejemplares de esta exótica ave.
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¿Qué tan amigable es esta ave nativa de Yucatán?
Si bien no son animales agresivos, las cigüeñas jabirú no son consideradas "amigables" para convivir con los seres humanos o ser un ejemplar doméstico, pues al ser solitarias y reservadas prefieren mantenerse alejadas.
Lo que puede pasar si una persona se acerca demasiado, es que el ave vuele o se retire. No atacan sin motivo, pero tampoco buscan interacción; al ser majestuosas y esquivas, buscan ser observadas a la distancia.