¿Qué son los Cuclines? Esta es la importancia de estos insectos que llegan con las lluvias a Yucatán
Los cuclines, conocidos por llegar con la lluvia en Yucatán, son todo lo contrario a una plaga, son una importante pilar en el equilibrio del ecosistema

Con la llegada de las lluvias a Yucatán, no solo se refresca el ambiente, también aparecen unos visitantes muy peculiares: los cuclines. Conocidos también como mayates, cacahuates o chombos, estos escarabajos voladores pueden parecer molestos, pero juegan un papel fundamental en el equilibrio del ecosistema local.
Su presencia, aunque breve, es parte de un ciclo natural importante que ocurre cada temporada.

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¿Por qué aparecen los cuclines durante la temporada de lluvias?
Los cuclines emergen principalmente entre los meses de mayo y septiembre, justo cuando el clima en Yucatán se torna más húmedo. Esta condición activa su ciclo de vida: las larvas, que han pasado meses bajo tierra, salen convertidas en escarabajos adultos.
La humedad no solo facilita su aparición, también les permite aparearse y buscar alimento, como hojas tiernas o frutas en descomposición. Su vuelo torpe y su atracción por la luz los hace visibles, sobre todo durante las noches lluviosas.
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¿Cuál es el papel de los cuclines en el ecosistema de Yucatán?
A pesar de que muchos los consideran una plaga, los cuclines cumplen funciones ecológicas muy importantes. Durante su etapa larval, al excavar y moverse en la tierra, ayudan a airear el suelo, lo que mejora la absorción de agua y el crecimiento de las plantas.
Además, sus excrementos aportan nutrientes al suelo, funcionando como fertilizante natural. En su etapa adulta, algunas especies también contribuyen a la polinización y son fuente de alimento para aves, reptiles y otros insectos.
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¿Estos escarabajos son peligrosos o dañinos en casa?
Los cuclines no pican ni transmiten enfermedades. Aunque pueden resultar incómodos al entrar en las casas, no representan un peligro. Si aparecen dentro del hogar, lo ideal es retirarlos con una bolsa o frasco y soltarlos al aire libre. No es necesario usar insecticidas, ya que desaparecen por sí solos al completar su ciclo. Reducir la iluminación nocturna en patios o usar mallas puede ayudar a evitar su ingreso.