Foto: Tijuanarama
La historia del primer cine de Baja California: así era el entretenimiento en 1920
El primer cine en Baja California, estado con lugares curioso como la montaña de plástico, es uno de los sitios más antiguos e históricos que se pueden encontrar.
Durante los primeros años del siglo XX, la manera de entretenerse en la región empezó a cambiar con la llegada del cine, algo bastante novedoso para la época.
Video | Los cines más antiguos de Tijuana
¿Cuál fue el primer cine en Baja California?
Antes de contar con espacios diseñados especialmente para ello, las películas se proyectaban en plazas públicas, sin techo, sin sonido grabado y con música en vivo.
Estas funciones reunían a quienes buscaban nuevas formas de pasar el tiempo y ver imágenes en movimiento, algo completamente novedoso para la época. Fue así como las personas comenzaron a adoptar el hábito de ver cine como parte de su vida cotidiana.
El primer cine bajo techo en Baja California abrió el 23 de marzo de 1925 en Tijuana. Se trató del Teatro Zaragoza, instalado en un local de madera del entonces Centro Mutualista de Zaragoza.
Estaba ubicado en la calle Segunda, entre las actuales calles Constitución y Niños Héroes. Ahí, por primera vez, los tijuanenses presenciaron una función de cine en un espacio cerrado.
A diferencia de las funciones anteriores, realizadas al aire libre por compañías estadounidenses, este nuevo lugar ofrecía mayor comodidad y una experiencia diferente para el público local.
Además, en esos años también se construyó otro sitio emblemático del estado, el reloj de la Joyería Azteca que es considerado el más antiguo de Tijuana.
¿Cómo evolucionaron las salas de cine en Baja California durante las siguientes décadas?
Cuatro años después del Teatro Zaragoza, se inauguró el cine Concordia, ubicado frente al parque Teniente Guerrero. Además de proyectar películas, este lugar se integró a la vida social de la ciudad.
Las personas solían caminar por el parque, ir al cine y luego salir a comer o tomar un helado. Más adelante, en la década de los años 30, surgieron nuevos proyectos como el cine Ideal, impulsado por Adolfo Curto Regato, quien fundó una cadena de salas cinematográficas en distintas ciudades del noroeste del país.
Durante los años 40 y 50, la industria cinematográfica local siguió creciendo. Se construyeron salas como el Gran Cinema (1942), el cine Carta Blanca (1947), y más adelante el cine Bujazán (1951), conocido por su diseño art déco y gran capacidad.
En esa misma década, también surgieron cines de barrio como el Libertad, el Roble, el Variedades y el Reforma, que acercaron el cine a más colonias de la ciudad.
¿Qué pasó con los antiguos cines de Baja California?
Con el paso de los años, muchas de las grandes salas desaparecieron. Algunas fueron demolidas, otras se incendiaron o se transformaron en bodegas.
Sin embargo, algunas lograron conservarse. Uno de los casos más representativos es el cine Libertad, que fue restaurado y reabierto en 2017.
Otros cines como Tonalá ofrecen hoy un concepto diferente, con una sola sala y un espacio más íntimo, pensado para públicos específicos.
En los años 70 surgieron los primeros multicinemas, con salas más pequeñas y funciones sin permanencia voluntaria. Este modelo fue desplazando a los cines tradicionales.
Posteriormente llegaron las cadenas comerciales, como Cinemex y Cinépolis, que definieron la experiencia actual de ir al cine.
Hoy en día, muchos de los cines viejos ya desaparecieron, pero algunos fueron arreglados para que la gente recuerde cómo era antes ir al cine en Baja California, un estado donde hay muchas formas de pasar el rato y divertirse.