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Playa Balandra: esto debes evitar si quieres que siga siendo la más bonita de México
La playa Balandra, declarada Área Natural Protegida en 2012 y reconocida internacionalmente como uno de los paraísos más bellos de México, enfrenta un reto permanente, el turismo masivo. Sus aguas turquesa, el icónico hongo de piedra y la riqueza de sus manglares atraen a miles de visitantes cada año.
Pero detrás de la postal perfecta hay un delicado ecosistema que solo se conservará si aprendemos qué no debemos hacer al visitarla.
¿Por qué no debes dejar basura en Balandra y cómo afecta a la playa más bonita de México?
Aunque pueda parecer un gesto menor, dejar basura en la playa afecta gravemente a Balandra. Botellas de plástico, colillas de cigarro, envolturas y hasta restos de comida alteran la cadena alimenticia, aves y peces pueden ingerirlos por error.
Además, los residuos aceleran la degradación de los manglares y contaminan el agua cristalina que distingue a esta playa.
Por ello, dentro del Área Natural Protegida está prohibido introducir unicel, plásticos de un solo uso y objetos que puedan dejar desechos. Llevar tu propia bolsa reutilizable para recoger todo lo que generes es una de las formas más simples pero efectivas de proteger este lugar.
No te subas al Hongo de Balandra ni dañes las formaciones rocosas
El Hongo de Balandra no es solo una postal turística, es un símbolo de La Paz y una formación frágil moldeada por miles de años de erosión.
En 1990 se desplomó cuando un grupo de visitantes se subió a él para tomarse fotos, lo que obligó a su restauración en 1994 con una base de acero y concreto.
Subirse al hongo o intentar tocarlo no solo pone en riesgo su estabilidad, también implica una falta de respeto al patrimonio natural y cultural de la región. Admirarlo desde la orilla o desde un kayak es suficiente para disfrutarlo sin dañarlo.
No invadas manglares ni uses embarcaciones motorizadas: proteger es conservar
Los manglares de Balandra son guardianes del ecosistema, retienen sedimentos, producen oxígeno y son refugio de peces y aves. Caminar sobre sus raíces, cortar ramas o acercarse con motos acuáticas y lanchas altera su equilibrio y amenaza la supervivencia de decenas de especies.
Por eso, la normativa prohíbe el ingreso de embarcaciones motorizadas a la laguna y limita las actividades a paseos en kayak o paddle board, que no generan ruido ni contaminación.
Respetar estas reglas garantiza que el paisaje se mantenga intacto para futuras generaciones y que la playa conserve el título de “la más bonita de México”.