Comprar casa en CDMX: ¿por qué es casi imposible para los jóvenes con salarios bajos?
Comprar una casa en la Ciudad de México es cada vez más difícil. En la capital, el precio de la vivienda aumentó 330% entre 2005 y 2025 (87% por encima de la inflación), según el INEGI. En ese mismo periodo, los salarios promedio cayeron 44% en términos reales.
“Dudo mucho que vaya a tener una casa propia”, dice para Posta CDMX, una joven que camina por Coyoacán, responde sin pensarlo a la pregunta de si cree que algún día podrá comprar vivienda.
En lugar de ser la excepción, la mayoría responde igual: entre sueldos que no alcanzan y precios que parecen de otro planeta, el sueño de tener una casa propia se les escapa de las manos.
Y aunque todos los jóvenes lo sueñan —“eso sería lo ideal”, dice otra entrevistada—, la realidad es dura: hoy solo 7% de personas de entre 18 y 35 años en CDMX han podido comprar vivienda, según el Infonavit.
¿Por qué se volvió tan difícil comprar casa en CDMX?
Hay varias razones, pero todas apuntan a una misma conclusión: el dinero ya no rinde como antes y los precios de la casa son impagables. Mientras el precio de la vivienda en la Ciudad de México subió.
En el mismo periodo de tiempo, entre 2005 y 2025, el salario promedio cayó 44% en términos reales.
Actualmente, la mitad de las casas de la ciudad cuesta más de 3.9 millones de pesos. Y para comprar una vivienda de este precio, una persona debería ganar 120 mil pesos mensuales. Sin embargo, el salario promedio entre los jóvenes apenas ronda entre los 8 mil 364 y los 10 mil pesos.
¿Antes era más fácil comprar casa en CDMX?
Las comparaciones con los papás y abuelos salen en cada conversación. “Hace 20 años los terrenos costaban 5 mil pesos”, recuerda una joven de 20 años que caminaba al sur de la CDMX. “Obviamente, iba a ser más fácil para mi abuelo que para mí comprarme una casa”.
En los años 70 el promedio del costo de una casa era de 30 mil pesos, mientras el salario mínimo por día era de 27.93 pesos, por lo que aproximadamente te llevaba 2 años y medio juntar para comprar una vivienda.
Otro chico que se encontraba en la delegación Iztacalco, lo explica así: “Para ellos fue un poco más fácil por la economía de ese tiempo y por la disponibilidad de terreno. Hoy, con los precios, yo creo que tardaría bastantes años en lograrlo… no sé cuántos, la verdad”.
De hecho, Máximo Jaramillo de Gatitos contra la Desigualdad, basándose en las cifras de Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, calcula que hoy se necesitan 65 años de trabajo para pagar apenas una vivienda promedio.
Sueños que se alargan para comprar una casa en CDMX
A pesar del panorama, el deseo no desaparece. Muchos jóvenes siguen viendo la casa propia como una meta, aunque parezca inalcanzable. “Yo creo que a la larga me gustaría llegar a tener mi propia casa… va a ser un poco difícil, pero tal vez no imposible”, dice uno con tono esperanzado.
Otras se lo toman con humor negro: “Yo creo que tendría mi casa ya propia… no sé, a los 80 años”, responde entre risas una mujer de 21 años.
¿Y si no me quiero ir de la CDMX?
La gentrificación añade una capa más de dificultad. Los barrios tradicionales que antes eran accesibles ahora se han vuelto impagables para los locales. “Yo nunca quisiera irme de mi país ni de mi ciudad. Me encanta vivir aquí”, dice la joven de 21 años. “Pero tener una casa hoy en día se ve imposible”.
En el fondo, todos saben que el problema no es la falta de ganas. El esfuerzo ya está ahí. Lo que falla es el sistema que hace que trabajar duro no sea suficiente para comprar un techo propio.
Y así, en medio de sueldos bajos, créditos bancarios inaccesibles y precios absurdos, la generación joven de la CDMX se queda fuera del sueño de la casa propia.