Conoce San Juan del Río a pocas horas de CDMX, un pueblito mágico tranquilo y lleno de viñedos

En la búsqueda de destinos menos transitados y experiencias más auténticas, el área metropolitana de la Ciudad de México se perfila como el punto de partida hacia verdaderos tesoros turísticos.

Mientras los capitalinos y visitantes buscan opciones accesibles para una escapada de fin de semana, un destino en Querétaro emerge como la alternativa perfecta: San Juan del Río, un pueblo que combina historia, arquitectura colonial y la tranquilidad de la Ruta del Queso y el Vino.

¿Qué ofrece San Juan del Río?

Olvídese del largo viaje a Ensenada; San Juan del Río ofrece una rica selección de viñedos y casas vitivinícolas abiertas todo el año. Este rincón queretano, coronado como Patrimonio de la Humanidad, sorprende al viajero con un ambiente que evoca la esencia del buen vino, sin las aglomeraciones de los destinos más populares.

El pueblo, discretamente ubicado en el estado de Querétaro, es un punto estratégico de la famosa Ruta del Queso y el Vino, permitiendo disfrutar de sus festivales y tradiciones con una tranquilidad inusual.

Patrimonio y tradición colonial

San Juan del Río se distingue por su arquitectura colonial que envuelve tanto su vibrante centro como sus calles más apartadas, su Centro Histórico es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y ofrece al visitante un recorrido por monumentos históricos coloniales y una muestra de arte sacro.

¿Qué se puede encontrar en este destino queretano?

• Atmósfera Colonial: Calles y construcciones que narran siglos de historia.

• Gastronomía Queretana: Un deleite para el paladar con especialidades locales.

• Ubicación Privilegiada: A menos de media hora de los populares Pueblos Mágicos de Tequisquiapan y la Peña de Bernal.

Actividades imperdibles en San Juan del Río

San Juan del Río se postula como un destino versátil, ideal para el descanso, el disfrute cultural y la aventura. Entre las actividades obligadas se encuentran:

• Visitar los Viñedos: Los cultivos y bodegas están abiertos todo el año, ofreciendo recorridos y degustaciones que no se limitan a la temporada de festivales.

• Abastecerse de Quesos Artesanales: La producción local de quesos, natas y otros productos lácteos artesanales es un pilar de su gastronomía.

• Explorar las Minas de Ópalo: Ubicadas entre San Juan del Río y Tequisquiapan, estas minas permiten apreciar las piedras preciosas con sus singulares y llamativos colores naturales.

• Conocer el Museo de la Muerte: Una visión única de la muerte abordada desde su carácter simbólico como elemento intrínseco de la identidad mexicana.