La estafa en CDMX que usa tu imagen para acusarte de un delito que no cometiste
Ulises Pérez vive una pesadilla desde que contestó una llamada oprimiendo un botón del volante de su auto y solo escuchó silencio. Como muchas otras llamadas de fraude que recientemente han señalado las autoridades.
El teléfono de la víctima de este intento de estafa se encontraba en un soporte, anclado de forma segura al vehículo y lejano al alcance visual completo, lo que sin duda se convirtió en el punto clave para la historia que puso en riesgo a Ulises, un restaurador y comerciante de autos.
Al no escuchar la música que yo tenía en el teléfono, lo desbloqueo y me doy cuenta que estaba en una videollamada.
Ulises Pérez - Víctima de intento de estafa
¿En qué consiste la estafa en la CDMX que podría meterte en problemas legales?
Para empezar, la llamada se realiza por Facebook y en la pantalla del control del auto no lo especificó y por su trabajo Ulises recibe llamadas frecuentes de personas que no tiene registradas, por lo que el aviso de “llamada entrante” no alertó de lo que estaba por ocurrir.
Al contestar no escuchó sonido alguno y por varios segundos volteó al teléfono mientras conducía tratando de ver quien llamaba, al no poder confirmar la procedencia de la llamada tomó el celular y lo vio de frente, dándose cuenta de que estaba en una videollamada y en la que insistió preguntando quién llamaba.
Sin haber respuesta terminó la llamada y de la incertidumbre pasó al terror, cuando recibió otra llamada y un mensaje en el que le solicitaban 50 mil pesos para no hacer públicas fotografías y un video (manipulado para distorsionar lo que supuestamente decía a una menor de edad, con quien nunca habló).
Para presionar, el extorsionador publicó en Facebook una “denuncia” en la que señalaba a Ulises de ofrecer dinero a niñas para realizar algunos actos sexuales vía videollamada. En la publicación pedía a presuntas autoridades policiacas en los Estados Unidos que intervinieran para detenerlo y también incluía su número telefónico.
¿Desde dónde operan las personas que realizan la estafa en la CDMX?
A pesar de los errores en la escritura del mensaje, aparenta ser una de tantas publicaciones en las que usuarios de las redes difunden información “verdadera”.
Recuerda que en un momento de la plática con quien le exigía el dinero, detectó que el acento de su interlocutor era de otro país y en un nuevo mensaje le ofrecía detener la situación con la amenaza latente de difundir ese contenido manipulado en todas las redes sociales, con su familia y con “la prensa”, que últimamente ha difundido nuevas modalidades de estafas cada vez más sofisticadas.
Y cuando la pesadilla parecía ser lo más difícil que pasaría esos días, vino algo nuevo que ubica a esta nueva modalidad de extorsión en un nivel más alto, ya que aparece en el montaje un “buen samaritano”, quien simula ser un amigo y usa la fotografía de esa persona conseguida desde las redes sociales y su lista de amigos, para “confirmar” la identidad de quien escribe.
Este nuevo mensaje ofrece ayudar a su “amigo” a resolver la situación contratando a un supuesto policía cibernético para “terminar” con todo y darle un escarmiento al primer estafador.
Con gran habilidad logró que Ulises fuera creyendo esa parte de la historia y cuando todas las mentiras lo llevaban a depositar dinero para los gastos que estaban surgiendo, es cuando suspendió el contacto con el nuevo interlocutor.
En cuestión de minutos me contactó una persona con una foto de aspecto militar y que te dice que te va a ayudar, que le mandes la evidencia.
Ulises Pérez - Víctima de intento de estafa
¿Por qué denunciar esta nueva estafa en la CDMX si no logró quitarle dinero?
Ulises confía en que su familia y amigos no caerían en una publicación malintencionada como la que sirvió de amenaza al extorsionador, pero admite que el panorama cambia cuando llega a los círculos laborales y familiares de la víctima de esa estafa.
Pensar en que las personas pueden ser despedidas o señaladas por las acciones señaladas en la publicación los lleva a pagar para frenar esa publicación, incluso conseguir el dinero para pagar la estafa, ya que el miedo a la estigmatización o a enfrentar un proceso legal es muy grande.
Por eso a pesar del fracaso de los estafadores, decidió reportar ante la unidad de la policía cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y denunciar ante la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) para protegerse de las posibles consecuencias que tenga una publicación que podría volverse viral, para lo que incluso tendría que dejar a “revisión” su teléfono celular, para que peritos de la fiscalía verifiquen que no se trata de un delito y eventualmente ubicar a los responsables.
La aterradora historia de Ulises y los señalamientos que hicieron en su contra, demuestra que las estafas no pasan de moda y que los perpetradores están al acecho de un solo segundo en que bajes la guardia y permitas que entren en tu vida, siendo capaces de sumergirte en un mundo irreal en el que solo quieren tu dinero.