La "Mataperros" de Coyoacán: ¿Cómo era su modus operandi?
Recién informamos en Posta que fue sentenciada la asesina serial de perros en Coyoacán, donde defensores de derechos de animales celebraron la sentencia que obtuvo la mujer por el asesinato de Moni.
Moni era una perrita adulta que perdió la vida en manos de la llamada "Mataperros" de Coyoacán en mayo de 2024. Y hasta el día de hoy es vinculada a proceso, la noticia lo dio a conocer la dueña de la víctima Esmeralda Yarce.
El juez encontró todos los elementos para vincularla a proceso
Esmeralda Yarce - Dueña de Moni
¿Quién es la “Mataperros”, asesina serial de mascotas?
Todo sucedió cuando Moni, una peludita de 16 años, ciega y sorda por error salió de su casa en la calle Crisantema de Coyoacán el pasado 27 de mayo, por lo que su dueña Esmeralda Marce pegó carteles durante tres días para que le ayuden a buscarla.
Sin embargo, fue hasta que una persona que de manera anónima le dijo que visitara el departamento de Xotepingo 101, donde residía Flor "N".
Esmeralda no dudó y acudió al lugar el 31 de mayo para increpar a la presunta culpable, que la vio en un video de seguridad del complejo ingresando a la residencia con la perrita atada del cuello.
Escarbaron, donde les dijo la denunciante anónima y se encontraron con los restos de la perrita, y aunque la encontraron a unos kilómetros de la ventana de la abuelita Flor, ella lo negó, aún con los videos como prueba.
Activistas que acompañaron a Esmeralda aseguran que la casa de la adulta mayor puede ser un cementerio de perros y gatos, puesto que sus vecinos aportaron pruebas de esto.
¿Qué modus operandi tenía?
Diversos vecinos de Flor aseguraron que la acusada tiene un patrón de rescatar perros para luego desaparecerlos. Uno de los testigos, es un trabajador de la basura afirmó que Flor “N” le pagó por años para que se llevará varios cuerpos de animales.
¿Cómo murió la perrita?
Según la necropsia, Moni murió a causa de un choque neurogénico e hipovolémico, según expertos este tipo de lesiones pudieron ser causadas por el golpe con un objeto romo sin filo y por la fuerza ejercida y el tamaño del canino.
