Coahuila entre los estados con más llamadas falsas al 911, un riesgo para las emergencias reales
Coahuila se ha posicionado en el tercer lugar a nivel nacional en el incremento de llamadas improcedentes al sistema de emergencias 911, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Entre enero y junio de este año, la entidad acumuló cerca de 900 mil llamadas, de las cuales el 78% resultaron falsas, incompletas o simples bromas. Esto significa que más de 700 mil, representaron un uso indebido del servicio.
El repunte es preocupante, ya que en comparación con 2024, las llamadas falsas crecieron un 26.3%, lo que equivale a 161 mil reportes adicionales en tan solo un año.
¿Qué tipo de llamadas saturan el 911 en Coahuila?
El análisis del SESNSP señala que la mayoría de las llamadas clasificadas como improcedentes corresponden a:
- Llamadas mudas: 63%
- Incompletas: 24.9%
- Reportes falsos o de broma, insultos o comunicaciones obscenas: el resto.
Estas cifras convierten a Coahuila en uno de los estados con mayor abuso del sistema de emergencias, solo por debajo de Oaxaca y Chihuahua.
¿Cuál es el impacto de estas llamadas en la atención de emergencias?
De acuerdo con autoridades estatales, la saturación del 911 por llamadas falsas pone en riesgo la vida de quienes realmente necesitan auxilio. Cada reporte falso implica tiempo, recursos y movilización innecesaria de cuerpos de emergencia, lo que retrasa la respuesta en casos de urgencia médica, accidentes o situaciones de seguridad.
El estado presenta una tasa de 20 mil 108 llamadas improcedentes por cada 100 mil habitantes, cifra que rebasa ampliamente la media nacional de 14 mil 710.
¿Qué medidas existen para frenar las llamadas de broma?
Aunque en Coahuila está vigente una legislación que contempla sanciones penales contra quienes realicen llamadas falsas al 911, las autoridades reconocen que la práctica persiste. En 2024, de un millón 597 mil llamadas recibidas, apenas el 31% fueron procedentes, lo que significa que más de un millón correspondieron a bromas o reportes falsos.
Expertos insisten en que se requiere mayor conciencia ciudadana para comprender que este comportamiento no solo es un delito, sino también una amenaza directa a la seguridad de la población.