De esta manera se le da mantenimiento a la catedral de Durango
La Catedral Basílica Menor de la Inmaculada Concepción, es el nombre oficial que recibe la Catedral de Durango, un monumento emblemático con cientos de años de historia.
Este monumento histórico, a lo largo de los años, ha recibido una serie de mantenimientos que la conservan aún en muy buenas condiciones, gozando de estructuras que durarán muchos años más.
¿Cuál es el mantenimiento que se le da periódicamente a la catedral de Durango?
Para que cualquier inmueble se conserve en óptimas condiciones, es necesario realizarle mantenimiento de manera paulatina, y la Catedral no es excepción.
Por lo anterior, según lo comenta el sacristán Luis Ángel Juárez Loera, diariamente en su interior, se realiza el mantenimiento de la duela que se encuentra en el piso de la capilla principal y al altar mayor.
Posterior a esto, de igual manera se realiza la limpieza de las capillas secundarias y los salones de este recinto, los cuales reciben su respectivo mantenimiento, que consta de sacudido de las imágenes religiosas de una manera minuciosa para evitar dañarlas.
¿Cómo se evita la filtración de humedad en el techo de la Catedral?
Al ser un edificio que está expuesto las 24 horas los 365 días del año a las condiciones en el estado del tiempo, este recibe un mantenimiento diario de limpieza de canaletas y de revisión del techo, lo que ayuda a detectar cualquier tipo de filtración de humedad que pudiera llegar a presentarse.
Cabe mencionar que el exterior de la Catedral ha sido muchas veces vandalizada, sobre todo por las marchas del 8 de marzo, lo cual genera un mantenimiento especial por parte del INAH.
Ese tipo de sellador es una capa protectora para la cantera restaurada que es natural, sin productos químicos, por lo que podría funcionar como una posible barrera para grafitis que pudieran llegar a presentarse.
¿Quién se encarga del mantenimiento de la Catedral?
El mantenimiento interno, que no requiere de mucho proceso, está a cargo de tres sacristanes, los cuales se encargan de la limpieza interior y alguna exterior, pero la restauración y mantenimiento que requiere de un proceso especial se encarga el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El sacristán mencionó que la actividad principal es evitar que la humedad penetre las paredes, pues es uno de los problemas más frecuentes en un edificio de este tipo.
Aproximadamente desde el año 2014, la Conaculta en conjunto con la Arquidiócesis y el INAH, pusieron en marcha un plan maestro de conservación y reparación para conservar este monumental edificio histórico, el mismo que a través de aplanados de cal permite la transpiración de los muros y previene el deterioro estructural de esta Catedral.
Lo cierto es que en el exterior, las paredes presentan ya estragos y humedad, filtrada en el recubrimiento que se colocó hace ya más de una década.