EE.UU. acepta el avión de lujo que Qatar regaló a Donald Trump como Air Force One

Este miércoles, el Gobierno de Estados Unidos dio a conocer que aceptará el avión lujoso que Qatar ofreció a Donald Trump para usarlo como Air Force One, un movimiento que ha generado polémica en las últimas semanas.

De acuerdo al portavoz del Pentágono, Sean Parnell, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, accedió a recibir el aeroplano conforme a las normas y reglamentos federales.

Con esto, aseguró que el Departamento de Defensa de Estados Unidos trabajará para garantizar las medidas indicadas de seguridad y los requisitos que se necesitan para que el avión funcione para transportar al presidente Donald Trump.

¿Por qué Qatar ofreció el avión lujoso a Donald Trump?

El pasado 11 de mayo, Donald Trump anunció que planeaba incorporar un Boeing 747 para convertirlo en su Air Force One, dando a conocer que sería un regalo de la familia real de Qatar, hecho anunciado días antes de que el mandatario realizara una visita al país occidental.

Este gesto ha provocado controversia ética, sin embargo, funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Justicia de Estados Unidos han informado que este regalo es jurídicamente válido.

Ante esto, el primer ministro de Qatar, Mohammed bin Abdulrahmán, señaló que este ofrecimiento no es más que un regalo formal entre aliados, descartando que se trate de un soborno.

¿Cuáles son las razones por las que el regalo del primer ministro de Qatar a EE.UU. es cuestionado?

Una de las razones por las que este ofrecimiento ha sido cuestionado es porque el proceso de convertir una aeronave de lujo en una unidad para uso presidencial podría costar más de 100 millones de dólares y tardaría dos años en ser adecuado.

Esto se debe a que al ser un avión presidencial, se tiene que instalar un equipo de seguridad y debe contar con protecciones defensivas necesarias.

Por otro lado, funcionarios republicanos rechazan esta idea, asegurando que el avión plantea problemas de espionaje y vigilancia, recalcando los riesgos de brindar acceso total de los sistemas estadounidenses a una nación extranjera.