El 22% de migrantes regresan a México cuando las cosas no salen bien
El retorno de mexicanos migrantes, entre ellos de niñas, niños y adolescentes no es un tema que ocupe la agenda política nacional, quizá porque no son números masivos y no llaman la atención como para ocupar un lugar preponderante en esa agenda.
Sin embargo, diversos estudios realizados por El Colegio de la Frontera Norte (Colef) aborda la gravedad que representa reinsertar a la sociedad cada año a miles de infantes y adolescentes que no pudieron permanecer en los Estados Unidos.
¿Cuántos migrantes regresaron a México?
De acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre agosto de 2018 y octubre de 2023, fueron 276 mil las personas que migraron del país; de ese total hasta el año pasado había regresado a México el 22.6 ´por ciento, es decir, 62 mil 376 personas.
¿Por qué regresan los migrantes a México?
El Inegi indagó los motivos que tuvieron esos migrantes para retornar: la mitad de ellos lo hizo por “para reunirse con la familia, casarse o vivir con su pareja”; 11 por ciento lo hizo por motivos laborales y sólo 1.6 por ciento, 4 mil 416 personas, fue por deportación de los Estados Unidos.
Para los investigadores del Colef, las consecuencias que padecen niñas, niño y adolescentes a corto plazo son la vulnerabilidad física y de sus derechos humanos: viajar sin acompañamiento significa estar expuestos a ser capturados por el crimen organizado y ser sometidos al sicariato y la trata de personas o agresiones sexuales tumultuarias.
El impacto psicológico y social que padecen los menores van desde el trauma y el estrés, además del desarraigo.
A largo plazo para México, la consecuencia de la deportación anual de miles de jóvenes puede generar graves problemas sociales en sus comunidades de origen, porque serán juventudes con los sueños rotos y sin esperanza de materializar los sueños que idealizaron en los Estados Unidos, lo que se traduciría eventualmente en sujetos violentos y a la disposición del crimen organizado, de acuerdo con los investigadores.
La política inmigratoria de Donald Trump
Las cifras presentadas por la Unidad de Política Migratoria, así como por el Inegi revelan una relación directa con el endurecimiento de las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Tump, pues revelan aumentos significativos en comparación con años anteriores.
El discurso del mandatario estadounidense, que lo mismo aplica para naciones que para familias migrantes, no solo va en el sentido de endurecer las leyes de ingreso y estancia en ese país, sino de criminalizar a esas familias ante la opinión pública norteamericana.
La propia prensa estadounidense ha documentado como la “tolerancia cero” ha provocado la separación de las familias a través de las redadas de los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), causando severos impactos con la ruptura de los lazos sociales y familiares como parte de una política que, al parecer, no tendrá cambios en los próximos tres años.
Paradójicamente intentar cruzar a Estados Unidos, incluso ser deportados, continuarán siendo una mejor opción para miles de niñas, niños y adolescentes mexicanos, antes que perder la vida en sus comunidades de origen, o ser reclutados por el narco.