Omar García Harfuch revela que el crematorio de Cd. Juárez entregaba cuerpos de animales
Este martes 8 de julio, el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, dio a conocer que el crematorio clandestino localizado en Ciudad Juárez, Chihuahua, entregaba piedras, cemento e incluso cuerpos de animales.
La información brindada por el secretario Harfuch ha dado un giro inesperado a las investigaciones sobre este inmueble, ya que, anteriormente, se había dicho que era un lugar destinado a la cremación de cuerpos humanos.
¿Qué dijo Omar García Harfuch sobre el crematorio de Cd. Juárez?
Durante su intervención, Omar García Harfuch informó que ya se encuentran 2 personas detenidas. Además, reveló que debido a las investigaciones se pudo constatar que habían ocasiones en las que no se entregaban las cenizas correspondientes a los familiares, puesto que eran restos de animales.
Sin embargo, aseguró que, en cuanto se tenga más información sobre el tema, se dará a conocer de manera inmediata.
¿Cuántos cuerpos se localizaron en el crematorio?
A pesar de que las primeras versiones señalaron que únicamente se habían hallado 60 cuerpos embalsamados, las últimas investigaciones han arrojado nuevos datos, en donde se indica que la cifra incrementó y son alrededor de 380 cadáveres los que se hallaron al interior del predio.
Es importante mencionar que, el director de Coespris, Luis Carlos Tarín Villamar, informó previamente lo que se había revelado en las primeras indagatorias.
¿Cuál es el proceso que se está realizando para la identificación de los cadáveres?
Dado el grado de descomposición en que fueron encontrados muchos de los cuerpos, el Servicio Médico Forense (Semefo) de Ciudad Juárez ha implementado una técnica especializada conocida como rehidratación cadavérica o la hidratación de tejidos de cuerpos en avanzado estado de descomposición y momificación.
Este procedimiento tiene como finalidad restaurar temporalmente tejidos blandos, lo que permite observar características físicas útiles para la identificación.
La técnica consiste en sumergir fragmentos del cuerpo en soluciones químicas elaboradas con agua, glicerina, cloruro de sodio y otros componentes humectantes. Estas sustancias actúan sobre la piel y los tejidos momificados o deshidratados, devolviendo cierta elasticidad y volumen, lo que facilita la recuperación de huellas dactilares, tatuajes, cicatrices y rasgos faciales.