El pez diablo no está solo: ¿qué otras especies habitan la presa La Boca?
La presa La Boca ubicada en el municipio de Santiago, Nuevo León se ha convertido en el foco de atención luego de que pescadores locales comenzaran a reportar la presencia del pez diablo, una especie invasora que ha encendido las alarmas ambientales.
Pero entre tantas capturas y advertencias, surgió una pregunta que intriga tanto a visitantes como a expertos: ¿qué otras especies siguen habitando el embalse más famoso de Nuevo León?
En redes sociales, los pescadores han compartido videos y fotografías que muestran la creciente aparición del pez diablo, sin embargo, detrás de esa sombra invasora, el ecosistema de La Boca todavía guarda secretos pues hay especies que resisten, conviven y, por ahora, mantienen con vida uno de los cuerpos de agua más visitados del Estado.
¿Qué peces se esconden bajo las aguas de la presa La Boca?
A simple vista, La Boca parece tranquila, pero bajo la superficie habitan especies que los pescadores conocen bien.
Entre ellas, la lobina negra, protagonista indiscutible de la pesca deportiva en la zona.
- También se mencionan truchas y bagres, que todavía pueden encontrarse en algunas zonas del embalse, aunque cada vez con menor frecuencia.
Estas especies no solo representan una tradición para los pescadores de Santiago, sino también una parte importante de la biodiversidad local.
Sin embargo, su presencia empieza a verse amenazada por la expansión del pez diablo, que se reproduce con rapidez y altera el equilibrio natural de la presa.
¿Cómo afecta el pez diablo a las demás especies de la presa La Boca?
Aunque su aspecto no parece peligroso, el pez diablo puede transformar por completo el ecosistema.
- Excava túneles, enturbia el agua y destruye los nidos de otras especies.
Según los pescadores, su aparición es cada vez más común, lo que podría desplazar a la lobina y al bagre, que son parte de la identidad pesquera de La Boca.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos para evitar su propagación en La Boca?
Especialistas recomiendan no liberar peces exóticos o de acuario en presas, ríos o lagunas, ya que estas acciones contribuyen directamente a la invasión de especies como el pez diablo.
Finalmente, los expertos recuerdan que la prevención es clave, una sola liberación irresponsable puede poner en jaque el equilibrio ecológico de todo un ecosistema.