Fotos con sombrero, zarape y caballo: vuelve la tradición a la Alameda de Monterrey
Años atrás quien visitaba la Alameda en Monterrey, se tomaba la foto del recuerdo con el sombrero y el zarape, arriba del caballo, una tradición que empezó hace 55 años con 46 fotógrafos y de todos ellos, Don José Carmen sigue fiel a esta costumbre.
Después de varios meses de hacer una pausa, regresó a la Alameda con sus fieles caballo y potrillo de madera, hechos en San Luis hace 40 años.
POSTA platicó con Don José Carmen Martínez Martínez, quien tiene 78 años de edad y dice haber regresado con más fuerza y con el objetivo de que la tradición no se pierda.
Comentó que es un trabajo noble que le permite sacar a tu familia adelante, tuvo 4 hijos y de las ganancias de este oficio le dió estudio profesional.
En cuanto a la tradición que se ha perdido con el tiempo, mencionó que cuando él inició, la Alameda era de los pocos o el único lugar turístico, a dónde salían las familias a pasear los domingos, conforme fue creciendo la ciudad y con la apertura de nuevos espacios, los fotógrafos emigraron.
Don José Carmen nos dice que a lo largo de todos estos años de trabajo, ha cambiado de cámaras muchísimas veces, pero el gusto por usarlas inició desde que era adolescente y fue hasta los 23 años cuando comenzó su aventura en la fotografía.
Al inicio alternaba su trabajo con la cobertura de bodas y XV años, pero finalmente se decidió por su trabajo en la Alameda.
Yo me decidí a trabajar en esto, les dije a mis padres y ellos me apoyaron, pues así empecé
José Carmen - Fotógrafo
Aprovecho para invitar a que más gente visite la Alameda, y llevé a su familia para que se tomen la foto del recuerdo.
El costo de la fotografía es de 100 pesos, su horario es de miércoles a lunes de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.
Finalmente mencionó que espera que con la llegada de turistas el próximo año, la Alameda sea un lugar a donde acudan muchos turistas y que se tomen fotografías en el caballo, con el sombrero y el zarape.
Visita la Alameda
Es un espacio remodelado y arbolado, con grandes pasillos para caminar, hay vigilancia permanente de la Policía de Monterrey, y sólo los sábados y domingos se instalarán comerciantes que venden comidas y antojitos originarios de sus pueblos natales como San Luis Potosí, Oaxaca y Puebla, quienes ofrecen productos frescos y comidas preparadas al momento.