Entre abrazos y oraciones: padres acompañan a sus hijos en el examen de admisión para la UANL
Entre el nerviosismo, la emoción y el deseo de alcanzar un sueño, miles de jóvenes llegaron este fin de semana a las distintas sedes de la Universidad Autónoma de Nuevo León para presentar su examen de admisión correspondiente al periodo enero 2026.
Desde muy temprano, las calles y pasillos cercanos a las facultades se llenaron no solo de estudiantes, sino también de padres de familia que, con café en mano y miradas de esperanza, aguardaban pacientemente mientras sus hijos enfrentaban una de las pruebas más importantes de su vida académica.
¿Qué dicen los padres de familia a la espera de sus hijos?
- “Ellos están adentro en el salón resolviendo el examen, y uno acá se queda también angustiada de que les vaya bien”, comentó entre risas nerviosas una madre entrevistada por POSTA, reflejando el sentir compartido de cientos de familias que esperaban bajo el sol.
Para muchos padres, acompañar a sus hijos en este día es más que una muestra de apoyo: es una forma de estar presentes en cada paso hacia sus sueños. Algunos platicaban entre ellos, compartiendo anécdotas, mientras otros aprovechaban para tomarse una foto o enviar mensajes de aliento.
¿Qué agregan los jóvenes a una oportunidad que se convierte en su futuro?
Entre los aspirantes se encontraba Judith Martínez, quien busca un lugar en la Facultad de Derecho y Criminología. Es la segunda vez que presenta el examen, pero asegura que no piensa rendirse.
- “Sé que esto es lo mío. Puede que no sea fácil, pero aquí estoy otra vez, con el apoyo de mis papás, que nunca me han dejado sola”, expresó con determinación.
Las facultades con mayor demanda este año fueron Derecho y Criminología, FACPYA, FIME y Arquitectura, entre otras, de acuerdo con datos de la propia universidad.
¿Cuándo se darán a conocer los resultados?
Los resultados del examen se publicarán entre el 28 de noviembre y el 5 de diciembre de 2025, y el proceso se realizó tanto en modalidad presencial como en línea.
Más allá de la competencia y los puntajes, este día dejó ver algo que no se mide en hojas de respuestas: el amor, la paciencia y el respaldo incondicional de los padres que acompañan en silencio, pero con el corazón lleno de orgullo a la siguiente generación universitaria.