Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas. Foto: Carlos García
Anfiteatros de Tamaulipas están saturados con más de 300 cadáveres no reconocidos
Al cierre de 2024, los tres anfiteatros de Tamaulipas almacenaban 344 cadáveres, cifra que rebasa la capacidad máxima de refrigeración de la entidad, que es de 328 cuerpos con tejidos blandos, de acuerdo con el reporte de servicios periciales y médicos forenses del INEGI.
La saturación refleja las limitaciones que enfrenta el estado en materia forense, pese a que durante ese año se destinaron más de 227 millones de pesos al fortalecimiento de los servicios periciales federales y estatales.
¿Por qué están saturados los anfiteatros en Tamaulipas?
La acumulación de cuerpos responde al incremento de solicitudes de intervención pericial y al rezago en la identificación de cadáveres.
En 2024, la entidad recibió 2,888 cuerpos, de los cuales 2,191 correspondieron a hombres, 481 a mujeres y en 216 casos no se logró determinar el sexo.
Además, el Servicio Médico Forense estatal enfrenta carencias como la disponibilidad de solo ocho ambulancias forenses y la falta de pólizas de mantenimiento en la mayoría de sus laboratorios.
¿Qué recursos tiene el estado para atender la crisis forense?
El informe señala que Tamaulipas cuenta con cuatro salas necroquirúrgicas, 17 mesas anatómicas y seis cámaras de frío, además de 10 laboratorios fijos de servicios periciales, de los cuales solo tres tienen póliza de mantenimiento.
Pese a estos recursos, la capacidad instalada resulta insuficiente frente al creciente número de cuerpos ingresados cada año y la alta demanda de estudios en áreas como balística, medicina forense, criminalística y fotografía pericial.
¿Qué pasa con los cadáveres y restos humanos no identificados?
De acuerdo con el reporte, en 2024 en Tamaulipas se recibieron también 24 segmentos humanos, 141 fragmentos y 32 óbitos fetales.
A nivel nacional, los servicios médicos forenses egresaron más de 90 mil cadáveres identificados, de los cuales el 99.5% fue entregado a sus familias.
Sin embargo, en la entidad persiste la saturación de cuerpos no reconocidos ni reclamados, lo que mantiene la presión sobre los espacios de refrigeración y el sistema de justicia.