Esta empresa de Reynosa se ha consolidado en la creación de tecnología para tratamientos renales
La explanada industrial de Reynosa volvió a vibrar con buenas noticias. Erika de Reynosa –planta insignia de Fresenius Medical Care en Latinoamérica cuenta con una superficie de 159,800 pies cuadrados y marcan y sin un referente nacional en la tecnología para el tratamiento de pacientes con insuficiencia renal crónica.
La apuesta, valorada en más de nueve millones de dólares, generará 1,200 nuevos empleos y eleva la capacidad total de la fábrica a 4,000 colaboradores, tres turnos y 20 líneas de manufactura de dispositivos para diálisis.
¿Por qué esta inversión es un voto de confianza para Reynosa y Tamaulipas?
Con base a la información del mexicoindustry.com el senior de manufactura Jesus González Romero la mano de obra local ha sido una garantía para el funcionamiento de la empresa desde hace 32 años, "por que nuestra gente sabe lo que hace y lo hace con el corazón".
Ericka de Reynosa, llego a Reynosa en 1991 cuando el corporativo traslado su primera línea de ensamble desde la ciudad de Mcallen.
Hoy, con edificios 3 y 4, la empresa añade un cuarto limpio con estándares de quirófano, bodegas climatizadas y muelles de embarque que garantizan tiempos récord para surtir el 99 % del requerimiento de Estados Unidos en mangueras y sets para hemodiálisis y diálisis peritoneal.
¿Qué impacto tendrá la expansión en la cadena de valor de la salud renal?
El nuevo complejo permitirá integrar procesos que antes se enviaban a otros estados o países: moldeo de plásticos, fusión de componentes y esterilización. Así, la planta abastecerá de materias primas a Fresenius Reynosa y reducirá costos logísticos.
Steve Buchanan, vicepresidente de Recursos Humanos para la región Américas, subraya la relevancia: “Nuestros pacientes viven y prosperan si entregamos productos de la más alta calidad, y sabemos que los equipos de Reynosa pueden hacerlo día tras día”.
¿Cómo ha evolucionado Erika de Reynosa desde aquel pequeño taller de curitas?
Fundada en 1988 como área de empaque de kits médicos, la compañía dio el salto al ensamble completo en 1991 y a la fabricación de plásticos en 2007. En 2018 estrenó un cuarto limpio que duplicó su volumen y, pese a la pandemia, obtuvo el certificado “Empresa Sana” del IMSS gracias a protocolos estrictos.
Cada expansión trajo transferencias de líneas desde Utah, Texas o Alemania, consolidando a Reynosa como la planta más grande y tecnológicamente avanzada de Fresenius Medical Care en el mundo.
De cara al futuro, la firma ya analiza la construcción de otra nave y el traslado de nuevos productos, lo que podría añadir otros 1,000 empleos. “Todo proyecto implica riesgos, pero en Tamaulipas tenemos aliados para mitigarlos”, apunta González Romero.