El tecolote, el búho y la lechuza pertenecen a la misma familia de aves, todas relacionadas con toda clase de mitos y supersticiones antiguas. Foto: Carlos García
Esta es la superstición que tienen sobre los tecolotes en el Pueblo Mágico de Tula
En el Pueblo Mágico de Tula, Tamaulipas, aún persiste una creencia que ha pasado de generación en generación: el canto del tecolote, búho o lechuza como presagio de muerte.
Para muchos habitantes, el ulular de este ave nocturna es una señal de mal agüero, un aviso de que la muerte ronda cerca.
Pero detrás de esta superstición hay un trasfondo cultural que mezcla leyendas mayas, mitos mexicas y relatos orales transmitidos por abuelas y abuelos.
¿Por qué existe la superstición de que el canto del tecolote es considerado un presagio de muerte?
En las culturas prehispánicas, el tecolote, también llamado búho o lechuza, estaba vinculado al inframundo y al nahualismo.
Su aparición y canto durante la noche eran interpretados como una advertencia de que alguien pronto partiría de este mundo.
En Tula Pueblo Mágico, esta creencia se mantiene viva y es común que, cuando un tecolote, búho o lechuza ronda una casa, los vecinos intenten ahuyentarlo para evitar desgracias.
¿Cuál es el origen maya de la superstición sobre el canto del tecolote?
Entre los mayas, el tecolote era conocido como tunkuluchú, un ave sabia que, tras ser humillada en una fiesta, juró vengarse de los humanos.
Según la leyenda, aprendió a reconocer el olor de la muerte en los cementerios y, desde entonces, canta con intensidad cuando percibe que el final de una persona está cerca.
¿Cuál es la relación de la superstición del tecolote con los nahuales mexicas?
Para los mexicas, el tecolote estaba asociado a los tlacatecolotl, nahuales de naturaleza oscura que traían malos presagios.
Estas entidades, ligadas a dioses como Tezcatlipoca, eran consideradas capaces de embrujar y generar infortunios.
En Tula, este simbolismo se refleja en la creencia de que su canto no es casualidad, sino una advertencia sobrenatural que conviene tomar en serio para mantenerse a salvo.