CONAGUA
Tamaulipas todavía tiene 5 años más para cubrir deuda de agua a Estados Unidos
Por:David Paz
En medio de la preocupación por el déficit de agua que México mantiene con Estados Unidos, Tamaulipas pidió calma y recordó que el Tratado de 1944 contempla márgenes en caso de sequías severas.
La entidad explicó que el adeudo actual puede cubrirse hasta 2030 sin violar acuerdos internacionales. Autoridades insistieron en que la solución no es renegociar el tratado, sino ordenar cuencas y tecnificar el riego.
¿Por qué México tiene un plazo adicional de cinco años para cubrir el adeudo de agua con EU?
El secretario de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez, explicó que el Tratado de Aguas de 1944 ya prevé escenarios como el que enfrenta actualmente la cuenca del río Bravo.
Cuando un ciclo de entrega se ve afectado por “extraordinaria sequía”, el país tiene derecho a un ciclo adicional de cinco años para cubrir el déficit acumulado. Es decir, aunque hoy exista un faltante en el ciclo 36, el plazo para cumplir se extiende legalmente hasta 2030.
“Lo que proponemos es que se cumpla el tratado y punto, no tenemos que andarle buscando tres pies al gato”, expresó Quiroga, subrayando que ni el estado ni la federación deben plantear acuerdos fuera del marco legal.
Esta postura coincide con la del gobernador Américo Villarreal Anaya y la de la Presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, quien recientemente sostuvo que buscará un acuerdo respetuoso con el presidente Donald Trump para continuar cumpliendo con el tratado.
¿Por qué es tan difícil cumplir con el tratado y cuánta agua falta realmente?
El problema radica en la disponibilidad. Según datos oficiales, para abastecer a las ciudades fronterizas y a los distritos agrícolas se requieren más de 300 millones de metros cúbicos al año procedentes de las presas internacionales Amistad y Falcón. Sin embargo, hoy solo se tienen disponibles alrededor de 205 millones. La sequía severa en la cuenca, sumada a la entrega de cientos de nuevos títulos de concesión en años anteriores, redujo de manera drástica el caudal que debería descender hacia el Bravo.
El déficit total en la cuenca ronda los 600 millones de metros cúbicos, una cifra que no se resolverá únicamente con lluvias. Para el secretario, intentar modificar acuerdos internacionales generaría incertidumbre, tensiones diplomáticas y falta de claridad jurídica. “Salirnos de la letra del tratado es entrar en aguas turbulentas”, señaló.
¿Qué plantea Tamaulipas para recuperar el equilibrio hídrico en la frontera?
La propuesta del estado —respaldada por la federación— es clara: ordenar las cuencas y tecnificar el riego. Ambas medidas han sido insistidas por la Presidenta Sheinbaum en sus conferencias matutinas. El ordenamiento incluye depurar títulos de concesión, revisar extracciones, vigilar volúmenes, frenar sobreexplotación y establecer controles que hoy no existen en muchas zonas de la cuenca del Bravo.
La tecnificación del riego, por su parte, permitiría evitar pérdidas millonarias de agua que se generan por métodos agrícolas obsoletos. México pierde miles de millones de metros cúbicos cada año por fugas, evaporación y sistemas ineficientes; agua que podría destinarse a consumo humano o a cumplir obligaciones internacionales.
Según Quiroga, estas acciones no solo darían estabilidad al manejo del río Bravo, sino que permitirían a mediano plazo recuperar la disponibilidad de agua que hoy se encuentra en números críticos.
