Anatomía del Pib: descubre paso a paso qué hace a este manjar yucateco un éxito
Con la llegada de octubre, el aroma empieza a cambiar anunciando el Janal Pixán y con eso, la llegada de este platillo tan espectacular y épico en la vida de los yucatecos.
Cada ingrediente, cada envoltura y cada cocción bajo tierra forman parte de un ritual que conecta a los vivos con quienes nos han adelantado en el camino, al cual eventualmente vamos todos.
Hoy vamos a estudiar paso a paso la anatomía del pib, para entender por qué es uno de los manjares más apreciados por los yucatecos y un verdadero tesoro culinario.
¿Cuáles son los elementos de la anatomía del pib yucateco?
Realmente, el pib está compuesto por varios elementos, y su preparación es elaborada y artesanal, lo que lo convierte en un platillo no cotidiano. Además, se considera bastante calórico, pero extremadamente delicioso, comenzamos a desglosar los ingredientes:
- Masa de maíz nixtamalizado
- Achiote
- Tomate fresco
- Epazote
- K’ool (chile dulce)
- Pollo marinado
- Cerdo
- Hojas de plátano
Pero el verdadero secreto del éxito del pib no está solo en sus ingredientes: es su cocción bajo tierra lo que transforma cada sabor y cada aroma en una experiencia única.
La tierra y la leña crean un calor uniforme y lento que hace que todos los elementos se mezclen, liberando texturas y aromas que sencillamente no tienen comparación.
¿Cuántas calorías vienen incluidas en una rebanada de pib?
Hablando de calorías y de por qué el mucbipollo no forma parte del menú diario de los yucatecos, la nutrióloga Yajaira Sánchez explica que una porción de entre 100 y 150 gramos puede aportar de 1,000 a 1,500 kilocalorías.
En otras palabras, una sola rebanada equivale a casi la mitad de las calorías que una persona adulta necesita en todo el día. Por eso, aunque su sabor es irresistible, el pib se reserva para ocasiones especiales como el Janal Pixán.
Así que ya lo sabes, aunque el pib no debería comerse en grandes cantidades o, en su defecto, conviene acompañarlo con al menos 30 minutos de actividad física después de disfrutarlo, la anatomía de este platillo es pura delicia.
En porciones pequeñitas, aporta proteína, leguminosas y, sobre todo, una explosión de sabor que conecta con nuestras raíces. Este Janal Pixán, ¿Estás listo para vivir la experiencia de probar este tesoro culinario de Yucatán?