Antorchistas llegan a San Cristóbal en vísperas del Día de la Virgen de Guadalupe
En vísperas del Día de la Virgen de Guadalupe, continúa la llegada de los antorchistas a la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en el tradicional barrio de San Cristóbal, donde cada año se vive una de las expresiones de fe más sentidas por la comunidad yucateca.
Desde muy temprano, familias, ciclistas, y devotos de la virgen acudieron al templo para demostrar su fe, prender una veladora y rezar agradeciendo por todo lo bueno.
Foto: Alejandra Vargas
Los antorchistas que llegan a Mérida son parte de una tradición que ha crecido generación tras generación, y que encuentra en la Virgen un motivo para emprender uno de los trayectos más demandantes y emotivos del calendario religioso.
¿En qué consiste el viaje de los antorchistas?
Los integrantes de estas caravanas recorren miles de kilómetros durante casi un mes, saliendo desde Mérida rumbo a la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, y regresando en bicicleta cargando las imágenes bendecidas.
Su travesía implica cambios de clima, largas jornadas y tramos de carretera que exigen resistencia física, pero ellos aseguran que nada pesa cuando la promesa es para la “Morenita del Tepeyac”, así lo dijo Martín Caamal.
¿Las juventudes viven el fervor guadalupano?
Julio Cesar Canul Chalé tiene 27 años, pero desde hacer 6 es antorchista, en esta ocasión salió con otros amigos originarios de Tecoh desde el 23 de noviembre con rumbo a la Basílica de Guadalupe, es la primera vez que llega hasta allá.
“No había llegado hasta la basílica, pero este año lo prometí, es duro, pero me mueve mi fe y mi devoción a la virgen es más grande”, aseguró.
Foto: Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, San Cristóbal
Por su parte, Martín Caamal junto con otras 40 personas realizaron un recorrido desde Temax a Celestún, hoy llegaron a San Cristóbal para descansar y continuar su camino mañana 12 a las 4 de la mañana.
“Nos motiva mucho venir en grupo, vienen, hombres, mujeres y niños, todos movidos por la fe”, afirma.
¿Cuáles son los retos que viven los antorchistas?
En el caso de Julio Cesar, el resto fue mayúsculo, regresar desde la CDMX en bicicleta no es cualquier cosa, comenta que recorren entre 100 y 120 m diarios, comenzando a las 5 de la mañana y parando a las 7 de la tarde, donde les agarre la noche.
Foto: Alejandra Vargas
“Procuramos llegar a iglesias y si no, hay gente que nos ofrece sus casas, pero si no, pues en las casetas, los Oxxos y donde se pueda”, dijo el devoto guadalupano.
Cada pedalazo, dicen, es una oración; cada kilómetro, un acto de devoción. Al llegar a San Cristóbal, el cansancio se convierte en celebración, pues saben que su esfuerzo representa un mensaje de esperanza para quienes esperan el Día de la Virgen de Guadalupe con el corazón dispuesto.