La Semarnat admite daño ambiental por el Tren Maya en la Península de Yucatán
La titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Alicia Bárcena, admitió durante su comparecencia ante diputados el daño ambiental ocasionado por las obras del Tren Maya en la Península de Yucatán, específicamente a las cavernas y cenotes que se encuentran en el Tramo 5.
¿Qué dijo la titular de la Semarnat en su comparecencia?
Durante la comparecencia, realizada este 7 de octubre ante la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados, la funcionaria señaló los impactos ambientales que ha ocasionado la obra, tema que ha generado controversia por las denuncias hechas por organizaciones ambientales.
Alicia Bárcena dijo que se han revisado los permisos para regularizar dicha obra y entre estas directrices se revisaron las afectaciones generadas en distintas cavernas y cenotes de la región.
Reconoció que es consciente del impacto ambiental causado por el uso de concreto y la perforación en estas formaciones naturales que forman parte del delicado sistema subterráneo.
¿Dónde se concentraron los daños del Tren Maya?
Además, detalló que los daños se concentraron en el tramo 5, con afectaciones a ocho cavernas y un cenote, por lo que se han realizado labores específicas de limpieza y control en esta parte del proyecto.
Hace poco más de un año, el activista ambiental Guillermo DChristy realizó la denuncia sobre las afectaciones a las cavernas Garra de Jaguar y Oppenheimer por la construcción del Tramo 5 del Tren Maya.
El integrante del colectivo Sálvame del Tren documentó la forma en la que eran dañadas las cavernas durante el proceso de construcción, hecho que en un principio fue negado por las autoridades, pero que hasta hace unos meses fue revisado por personal de la Sedena tras una orden del Juzgado Primero de Distrito de Yucatán.
¿Qué daños detectó el colectivo Sálvame del Tren?
El colectivo detectó la infiltración de residuos de construcción, combustibles y fertilizantes que amenazan la calidad del agua potable, lo cual afecta no solo a la biodiversidad, sino también a la población local de ciudades como Playa del Carmen y Tulum que dependen de estos acuíferos.
Además, organismos como Greenpeace México denunciaron que el daño físico y ecológico por el avance del Tren Maya también ha fragmentado hábitats forestales, afectando corredores biológicos cruciales para especies emblemáticas de la región como el jaguar, el tapir y el mono araña.