Herencia maldita: sanciones de EU a México por errores en la aviación
EU castiga al sector aeronáutico mexicano por malas decisiones de gobiernos pasados
Estados Unidos ha vuelto a imponer sanciones a México ahora en el sector aeronáutico. No son sanciones que devengan de decisiones tomadas por la actual administración, devienen todas del sexenio pasado, aunque en estos diez meses tampoco se han corregido.
Pero lo que ocurrió el sexenio pasado con la industria aeronáutica en nuestro país fue una verdadera catástrofe. Primero se canceló a medio construir el aeropuerto de Texcoco que hubiera solucionado los problemas que teníamos de aeroportuarios en todo el centro del país y hubiera sido un verdadero hub para conectarnos con otras naciones. Se decidió construir el Felipe Ángeles sin darle la conectividad mínima que requiere un aeropuerto de esas características.

Al aeropuerto Benito Juárez lo dejaron morir, no le invirtieron un peso durante varios años, le quitaron además su principal fuente de financiamiento que era el TUA, que es el impuesto aéreo que se utilizó para pagar los bonos del aeropuerto de Texcoco, que ya se habían utilizado, de un aeropuerto que no se construyó.Después se decidió quitar del aeropuerto Benito Juárez, llevarse toda la industria, toda la carga, todos los vuelos de carga al aeropuerto Felipe Ángeles. Una decisión que se tenía que tomar en diez días, sin consultarle, sin negociarla con las empresas aéreas.
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Se redujeron los vuelos, se redujeron los slots, se le quitaron a ciertas aerolíneas en forma discrecional. Ahora vienen las sanciones, tendremos menos vuelos a Estados Unidos, podemos ver rota la Alianza Aeroméxico Delta, que quizás es una de las más sólidas que hay en la industria de la aviación, por lo menos para nuestro país. Podemos tener prácticamente caer en categoría 2, como estuvimos durante todo el sexenio, o buena parte del sexenio pasado.
Un nivel que no tiene prácticamente ningún país de desarrollo medio del mundo. No son, es la herencia maldita, no son medidas que se hayan tomado ahora, pero esa herencia maldita sigue generando costos y esa herencia maldita que tuvimos del sexenio pasado la seguimos pagando todos los mexicanos. Lo que se cosecha, se siembra, se siembra al final, siempre lo que se cosecha.