Ofrendas: la exposición fotográfica en CDMX que une a México y Japón para honrar a sus muertos
SAQ Gallery en Santa María la Ribera presenta Ofrendas, una exposición fotográfica del colectivo japonés Samurai Foto que une tradiciones de México y Japón.
¿Qué tienen en común México y Japón? Ambos países, con culturas tan distintas, coinciden en la forma de honrar a quienes ya no están.
En México, el Día de Muertos convierte la memoria en altar; en Japón, los rituales también abren caminos hacia quienes partieron.
Y en ese puente cultural surge Ofrendas, nuestros antepasadosviven en nosotros una exposición fotográfica que este mes llegó a la CDMX, de la mano del colectivo Samurai Foto, cuyo objetivo es conectar a las personas del mundo a través de la fotografía.
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Una obra hecha para México
Durante la inauguración, encabezada por cuatro de los 30 fotógrafos y fotógrafas del colectivo que viajaron a la CDMX, la curadora Ann Trinca señaló:
En esta exposición, cada artista aporta con una sensibilidad poética y poco común a nuestro tema ofrendas… Nuestra esperanza es que a través de estas imágenes ustedes puedan ver reflejadas sus propias experiencias y momentos de dolor pero también de apreciación de la vida
Ann Trinca - Curadora
Por su parte, la socia de la galería Asalia Aguilar compartió a POSTA:
Esta obra fue hecha específicamente para México, ellos viajan por todo el mundo pero Ofrendas fue exclusiva para nuestro país. Los artistas incluso hicieron su propio papel y permanecerá en CDMX hasta el 3 de noviembre, porque ellos, como nosotros, celebran a sus muertos como nosotros el Día de Muertos
Ann - Trinca
El espacio elegido es la SAQ Gallery, un rincón cultural en Santa María la Ribera que abre sus puertas para este diálogo entre oriente y occidente.

Memoria, duelo… y vida
Las fotografías reunidas en Ofrendas hablan de memoria, ritual y duelo, pero también de vida: de lo que queda después de la muerte de los seres queridos, de aprender a vivir con las ausencias porque la muerte es parte de la vida.
Las obras van desde imágenes de la naturaleza —una grulla en pleno vuelo, un bosque en penumbra, antorchas con fuego— hasta composiciones inspiradas en la pintura y la danza.
La mayoría son homenajes: a la muerte misma, a los seres queridos que partieron, incluso al alma o espíritu de la naturaleza, en donde alguna vez estuvieron nuestros ancestros.

Entre ellas, destaca la pieza El día que sonrió y dijo qué chulo, de Hirayasu Sato. La obra está inspirada en su hija, de la pintura y el ballet, quien pasó sus últimos días en un hospital tras un diagnóstico de enfermedad terminal.
Cuando Sato convirtió sus bocetos en fotografías, ella los miró y susurró: “qué chulo”. La serie retrata los 44 días que compartieron en el hospital, transformando el dolor en memoria.
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Ofrendas a la naturaleza
La exposición no solo mira hacia la ausencia humana, también abre espacio para reconocer a la naturaleza como un ser con espíritu propio.

La fotógrafa Motoko Sato, autora de la pieza Bosque en Penumbra, explicó a POSTA:
Las etiquetas se desvanecen; aquí no soy japonesa, ni esposa, ni humana, sino que me convierto en una con la naturaleza
Motoko Sato - Fotógrafa
En la galería también encontramos la obra de Koji Murata, titulada Diálogo con el espíritu de los árboles, hermosas imágenes impresas con una técnica especial que resalta las texturas y relieves de los árboles. Murata nos invita a reconocer al árbol como un “otro igual” al que se debe tratar con respeto y confianza.

La muerte que no es final
En cada imagen de Ofrendas se entrelazan las tradiciones de México y Japón para recordarnos que la muerte no significa ausencia total. Como dice un dicho popular en nuestro país: “nadie muere mientras se le recuerde”.
La exposición es un recordatorio de que el amor trasciende, se transforma y sigue enseñándonos cómo habitar el mundo pese a las ausencias.
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