La diabetes amputó las piernas de Carlos, hoy vende dulces en las calles de Durango
Una enfermedad le arrebató la movilidad a Carlos, un hombre de Durango que ahora se gana la vida vendiendo dulces en una esquina

Al interior de la Ampliación PRI vive un hombre de 53 años, Carlos Díaz Alvarado, una persona que a pesar de las circunstancias que le ha presentado la vida trata de salir adelante.
Y es que Carlos sufrió una amputación en ambas piernas que hoy le impiden que se pueda mover fácilmente, sin embargo su discapacidad no le impide día con día trabajar para llevar algo de sustento a su casa.
Carlos Díaz Alvarado, perdió sus 2 piernas por una enfermedad
Carlos Díaz Alvarado es un hombre que hasta hace 2 años contaba con sus ambas piernas, sin embargo fue diagnosticado con diabetes, una enfermedad que con el tiempo deterioró la salud de Carlos.
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Y es que conforme fue avanzando el tiempo, Carlos recibió la noticia que sus piernas le serían amputadas, una hace 2 años y otra hace apenas 1 año, dejando atrás su vida en el mercado de Abastos.
Carlos vive junto a uno de sus hijos, con quien se apoya, además, todos los días sale a las calles a bordo de su silla de ruedas para vender algunos dulces y papas.
Sin embargo esto no le es suficiente, pues según sus palabras, en días buenos de venta no se llega a ganar cantidades que superen los $100.

Carlos necesita una silla de ruedas nueva
Derivado de que tiene que hacer un pequeño traslado de forma diaria desde su casa hasta su punto de venta, la silla de ruedas en la que se transporta Carlos ha sufrido algunos problemas, incluso ya le ha hecho algunas reparaciones de manera artesanal.
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Es por ello que Carlos solicitó el apoyo de la ciudadanía para recibir una silla de ruedas nueva que le permita tener mayor movilidad por las calles en las que él se traslada.

¿Cómo encontrar a Carlos Díaz?
Carlos señaló no tener algún número de teléfono disponible para ser contactado, sin embargo compartió que de lunes a sábado desde las 10 y hasta las 6 de la tarde, permanece en el mismo sitio esperando vender algunos de sus dulces.
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Carlos se coloca justo en el cruce de calle Coahuila con calle Chiapas, ahí pasa horas y horas esperando llevar un sustento a su casa, sin importar si los rayos del sol son intensos.
