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De Juan Gabriel a José Alfredo: la gramática del sentimiento en la canción popular

En una conferencia-concierto en El Colegio Nacional, Concepción Company desentraña las estrategias gramaticales de la canción popular mexicana, desde el desamor de Juan Gabriel hasta los falsos imperativos de José Alfredo Jiménez

De Juan Gabriel a José Alfredo (Foto: @soyjuangabriel / Canva)
De Juan Gabriel a José Alfredo (Foto: @soyjuangabriel / Canva)

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Por: Jovanni Paniagua

En el marco del curso Los claroscuros de América. Lengua, historia y cultura, la lingüista Concepción Company Company, miembro de El Colegio Nacional, ofreció el 7 de diciembre de 2022 una conferencia-concierto titulada "La gramática de la canción popular" en el Aula Mayor, transmitida por redes sociales.

Con la voz de Itzel Hernández y el Grupo Zacatecas, dirigido por Rubén Esparza, resonaron temas como "Amor eterno" de Juan Gabriel y "No me amenaces" de José Alfredo Jiménez, mientras Company desglosó seis estrategias gramaticales que convierten estas canciones en poesía universal.

Este evento, parte de una serie que explora la identidad latinoamericana, revela cómo la música mexicana articula afectos y desafectos, apropiada como patrimonio colectivo en un país donde el 80% de la población se identifica con su lírica, según encuestas culturales de 2022.

¿Cómo estructura la gramática el desamor en la canción popular?

Company define la canción popular como “poesía que se vuelve patrimonio cultural” por su capacidad de expresar emociones universales, especialmente el desamor, a través de la gramática.

La primera estrategia es la impersonalidad total, usando verbos terciopersonales como en "Amanecí otra vez" entre tus brazos de José Alfredo, donde “amanece” se personaliza en español mexicano, permitiendo apropiación colectiva.

La segunda son verdades generales y frases hechas, como en "Abrázame muy fuerte" de Juan Gabriel (“el tiempo pasa y nunca perdona”), que evocan refranes identitarios.

La tercera, procesos de intersubjetivización, usa falsos imperativos, como en No me amenaces (“vete, agarra tu rumbo”) o Invéntame de Marco Antonio Solís, que disfrazan añoranza en órdenes.

Estas formas, explica Company, “no mandan, rememoran”, conectando afecto y rechazo. Canciones interpretadas en vivo, como Hasta que te conocí, ilustraron esta dinámica dialógica de distancia-proximidad, resonando con los 300 asistentes presenciales y miles en streaming.

¿Qué hace que estas canciones sean poesía?

La cuarta estrategia, construcción de mundos posibles (Irrealis), usa el contrafactual “hubiera” para crear realidades imposibles, como en Si no te hubieras ido de Marco Antonio Solís: “No hay nada más difícil que vivir sin ti”.

La quinta, comparar y contraponer antes y después, se ve en Hasta que te conocí de Juan Gabriel, donde “hasta” marca un quiebre emocional mexicanísimo. Finalmente, la afectación y subjetivación emplea posesivos dobles (“me desayuno mi toronja”) en "Me saludas" a la tuya de Manuel Eduardo Toscano, acercando al oyente.

Company culmina con la métrica culta de Amor eterno, un endecasílabo (“Tú eres la tristeza de mis ojos”) comparable a Garcilaso de la Vega, mostrando cómo Juan Gabriel transita de lo popular a lo elevado.

Con 9 canciones interpretadas, desde "A dónde vamos a parar" hasta "Amor eterno", el evento, disponible en el canal de YouTube de El Colegio Nacional, reafirma que la gramática de la canción mexicana es un espejo de la identidad, donde el 90% de los mexicanos, según INEGI 2022, han cantado alguna vez estas letras como propias.


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