Polémico velorio de Alberto Fujimori en Lima
Inician velatorio de tres días para Alberto Fujimori en Lima
LIMA, Perú.- El pasado jueves, el ataúd con los restos del expresidente peruano Alberto Fujimori llegó al Ministerio de Cultura en Lima, donde se inicia un velatorio de tres días. La llegada del féretro fue marcada por una notable presencia policial y una multitud de seguidores que acompañaron el cortejo fúnebre.
Alberto Fujimori, quien gobernó Perú entre 1990 y 2000 y fue condenado por el asesinato de 25 peruanos y corrupción, había sido indultado en 2017 debido a su deteriorada salud. Su fallecimiento, a los 86 años, desencadenó una serie de eventos que han polarizado a la sociedad peruana.
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El cortejo fúnebre avanzó en una carroza rodeada de policías antimotines y aproximadamente 80 seguidores. Sus hijos, Keiko y Kenji Fujimori, que en años recientes protagonizaron una intensa disputa política, asistieron al acto tomados de la mano y vestidos de negro. La presidenta Dina Boluarte también se mostró en la sala, abrazando a los hijos del exmandatario.
La ceremonia de velorio, que se prolongará hasta el sábado, culminará con la sepultura de Fujimori en un cementerio privado de Lima. Durante el velorio, sus seguidores lanzaron pétalos blancos y corearon consignas como 'en costa, sierra y selva el Chino está presente', un tributo a su apodo. Las autoridades han declarado duelo nacional por tres días y han ordenado izar la bandera a media asta en todos los establecimientos públicos.
La figura de Fujimori sigue siendo profundamente divisiva. Mientras algunos lo recuerdan con aprecio por sus políticas económicas y la lucha contra el grupo terrorista Sendero Luminoso, otros critican su legado de violaciones a los derechos humanos y corrupción. Gisela Ortiz, hermana de una de las víctimas de violaciones a los derechos humanos durante el gobierno de Fujimori, expresó su descontento en redes sociales, cuestionando la forma en que el gobierno actual rinde homenaje a un exmandatario condenado por crímenes graves.
Fujimori, quien había estado inconsciente desde el martes debido a complicaciones derivadas de un cáncer en la lengua que se extendió a los pulmones, había salido de prisión en diciembre pasado tras una decisión del Tribunal Constitucional que restituyó su indulto. El exmandatario había estado cumpliendo una condena de 25 años por corrupción y violaciones de derechos humanos.
Su fallecimiento y el velorio han reavivado el debate sobre su legado y han puesto de manifiesto las profundas divisiones políticas y sociales en Perú.
