Por robarse 133 toneladas de pollo, Cuba condenó a 30 personas
Cuba imputó a 30 personas por el robo masivo de pollo, que pretendían venderlo en la calle ante la escasez de alimento en la isla.
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CUBA.- En un hecho poco común en momentos de escasez de alimentos en Cuba, se ha acusado a 30 personas de robar 133 toneladas de pollo y venderlas en la calle.
Este acto delictivo ha causado gran preocupación en la isla, donde la falta de alimentos se ha convertido en una realidad diaria para muchos ciudadanos.
Los ladrones lograron sustraer la carne de una instalación estatal ubicada en La Habana, llevándose consigo 1.660 cajas.
Según informó la televisión estatal, utilizaron los beneficios de la venta para adquirir diversos electrodomésticos como frigoríficos, ordenadores portátiles, televisores y aparatos de aire acondicionado.
Es importante destacar que el pollo robado estaba destinado al sistema de cartilla de racionamiento de Cuba, un sistema que fue introducido después de la revolución de 1959 con el objetivo de proporcionar alimentos básicos subvencionados para todos los ciudadanos.
Se lleva a cabo acto de repudio en contra de personas sin escrúpulos que intentaron desviar para beneficio propio el pollo de nuestro Pueblo y fueron descubiertos y sancionados. Unidos podemos lograrlo. Vamos Cuba... Juntos podemos💛❤️♥️🇨🇺 pic.twitter.com/gdYTApAGzZ
— COPMAR (@COPMAR313699) January 21, 2024
Rigoberto Mustelier, director de la distribuidora gubernamental de alimentos COPMAR, señaló que la cantidad robada equivalía a una ración de pollo para un mes en una provincia de tamaño medio, considerando el ritmo de distribución actual.
La disponibilidad de pollo a través del sistema de cartilla de racionamiento ha disminuido significativamente en los últimos años debido a la crisis económica que ha provocado escasez de alimentos, combustible y medicinas en la isla.
Esta situación ha generado un aumento en la desesperación de la población por encontrar alimentos básicos para su subsistencia.
Entre los 30 acusados se encuentran jefes de turno, trabajadores informáticos de la planta, guardias de seguridad y personas ajenas a la empresa, según lo revelado en el reportaje televisivo.
En caso de ser declarados culpables, podrían enfrentar penas de hasta 20 años de prisión por este delito.
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