Chavana comparte su viaje por el legendario Camino de Santiago

SAN PEDRO GARZA GARCÍA, Nuevo León.- Mis queridos amigos, hoy quiero hacer una pausa en este peregrinar que hemos llevado durante los últimos días. Nos encontramos en el tercer día de nuestra travesía por el legendario Camino de Santiago, y hoy avanzaremos desde Palas de Rey hasta Melide, un pequeño poblado que se encuentra a tan solo 7 kilómetros de distancia. Esta será nuestra tercera parada en un extraordinario recorrido a través de los bosques de la región de Galicia, una experiencia que estamos disfrutando de manera sensacional.

Si ustedes son amantes del senderismo, esta ruta es algo que deben experimentar. Sin embargo, les advierto que se necesita tener una buena condición física. Si no la tienen, será un verdadero reto, ya que los recorridos son bastante largos. Ayer, por ejemplo, caminamos 25 kilómetros desde Portomarín hasta Palas de Rey. Fue una jornada agotadora, pero muy satisfactoria. No hay mejor sensación que llegar al hotel, darte una ducha revitalizante y un masaje en los pies tras un día tan intenso.

El Camino de Santiago es más que un reto físico; es una experiencia espiritual profunda. A lo largo del recorrido, los peregrinos reciben una credencial que deben ir sellando en cada parada. Se recorren aproximadamente 115 kilómetros en seis días, aunque algunos logran hacerlo en cinco. Esta credencial, conocida como la 'Compostela', es un reconocimiento que simboliza el esfuerzo realizado y la fe de los caminantes. Aquí tengo la mía, y en un momento más les mostraré los sellos que hemos acumulado hasta ahora.

Mi esposa ha aprovechado esta experiencia no solo como un reto físico, sino también como una oportunidad para fortalecer su espiritualidad. Mientras yo me dirigí al hotel a descansar después de la caminata, ella ha asistido a las misas que se celebran en cada parada. Ayer, en Palas de Rey, participó en una misa oficiada por un sacerdote mexicano que, según me contó, hablaba varios idiomas y ofreció una ceremonia muy emotiva para todos los peregrinos. Fue un momento especial y significativo para ella.

Estamos haciendo este recorrido junto a nuestros amigos, como Fernando, quien ha tenido algunos problemas con su tobillo, pero sigue adelante con buen ánimo. Su esposa Claudia también nos acompaña, y hoy ha comenzado el día fresca como una lechuga, lista para continuar con la caminata. A pesar de que usamos bastones para ayudarnos a caminar, no porque seamos viejos, sino porque realmente son de gran apoyo para mantener una postura correcta y evitar dolores en la espalda y las rodillas, el esfuerzo sigue siendo considerable.

Les invito a todos los apasionados del senderismo a que se animen a hacer este recorrido. La travesía comienza en Sarria y abarca 115 kilómetros hasta llegar a Santiago de Compostela, donde recibirán la Compostela, un certificado que pueden guardar en un lugar especial para recordar esta extraordinaria experiencia.

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