El camino de Miguel Torruco Garza: pasión, persistencia y compromiso

CIUDAD DE MÉXICO.- La historia de Miguel Torruco Garza es un testimonio poderoso de cómo la determinación, la pasión y el compromiso pueden impulsar a una persona a lograr grandes cosas, tanto en el ámbito personal como en el público.

Desde una edad temprana, Torruco Garza fue testigo del poder transformador del esfuerzo y la perseverancia, inspirado por la inquebrantable determinación de su abuela, María Elena Márquez, quien lideró a su familia después de la prematura muerte de su abuelo.

El gusto por la política viene de familia; su abuela fue Diputada y su padre, Miguel Torruco Garza, es un político mexicano activo, pero su ingreso en ella fue una elección propia.

'Nací en la vida política, recuerdo ver a Presidentes ir a cenar a mi casa, a Gobernadores a Secretarios de Estado. Mi padre siempre habló de política, pero previo a ello siempre fue empresario. Mi abuela también fue diputada, eso viene de sangre, pero la esencia nace de uno. Mi padre no me puso en la política. Tenemos el mismo nombre y es una responsabilidad triple para mí: defender el honor y seguir haciendo lo correcto'

Su conexión con el boxeo, influenciada por su padre y alimentada por películas inspiradoras, como Rocky 1, no solo le otorgó una pasión duradera, sino que también le abrió puertas para abogar por causas justas, como el perdón presidencial para Jack Johnson.

La obtención del perdón presidencial para Johnson, un hito en la historia del boxeo y un acto de justicia histórica, es un testimonio del compromiso y la perseverancia de Torruco Garza, así como de su capacidad para forjar alianzas significativas, como la que tuvo con Sylvester Stallone. Esta gestión no solo resalta su habilidad para superar desafíos, sino también su sensibilidad hacia cuestiones de justicia y equidad.

'Fue en el 2017 cuando logramos el perdón presidencial. Cuando encontré a la tataranieta de Jack Johnson, le hablé por teléfono y le dije que conseguí el perdón presidencial para Jack Johnson y no me creyó en su momento, porque muchos boxeadores ya lo habían intentado y no lo lograron'.

 Su nombramiento como Comisionado Honorífico de la Comisión Nacional de Boxeo durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le brindó una plataforma para fusionar su pasión por el deporte con el servicio público, como lo demuestra el récord Guinness que logró con la clase más grande de boxeo, a pesar de las dificultades causadas por la pandemia de COVID-19. Este logro no solo destaca su habilidad para enfrentar desafíos, sino también su compromiso con la promoción del deporte y la superación de obstáculos.

En resumen, Miguel Torruco Garza es un ejemplo inspirador de cómo las pasiones personales pueden impulsar el servicio público y la búsqueda de la justicia, destacando el poder del compromiso y la determinación para alcanzar tanto metas personales como colectivas.

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