Cuando la generación de cristal se volvió RESILENTE
Luego de más de un año de confinamiento, tutoras hablan acerca del proceso de madurez que han enfrentado los jóvenes.
MONTERREY, Nuevo León.- Para quienes imparten educación en jóvenes, la pandemia marcó un antes y un después donde lejos de estancarse, logró la evolución de una generación.
Al menos está fue la experiencia de docentes de diferentes instituciones y grados educativos que han vivido día a día el proceso de transformación de enseñanza, tal es el caso de Yenisey Valles Acosta, quien es profesora de asignatura en el Departamento de Ciencias de la Información en la Universidad de Monterrey.
Al principio si fue todo un cambio porque si bien, en lo personal ya tenía varios años dando clases en línea, si fue todo un reto, porque una cosa es tener una materia en línea, pero de repente tener que llevarse todo el programa educativo de manera virtual, si fue un reto para la Universidad y por supuesto también a nivel personal
Las dificultades para quienes imparten materias que tradicionalmente llevaban de manera presencial, por el mismo contenido temático, si orilló a los tutores buscar mediante la interacción, innovar en las estrategias que permitieran un mayor aprovechamiento.
Si batallé para lograr el aprendizaje grupal, el aprendizaje social, no tengo mucho problema con la motivación del estudiante, como puede ser en otros niveles, postgrado, normalmente el alumno ya está automotivado, ya es un adulto con cierta disciplina, pero aún así, la experiencia de conocer a los compañeros, que se den las relaciones interpersonales en línea no se da
Ante los retos por el confinamiento que dejó el COVID-19, fueron los propios alumnos que demandaron nuevos métodos de enseñanza, sesiones sincrónicas, foros abiertos en las plataformas donde el personal docente tuvo que diseñar una estructura que llevó a todos al siguiente nivel de autoexigencia.
Al menos está fue la experiencia de Silvia Piñones Velasco, maestra de la UdeM quien ha visto como se dio el cambio de actitud entre sus alumnos.
En estos tiempos pude ver la fortaleza de los chicos, al principio, en el primer semestre de la pandemia, fueron creativos, dispuestos a entrarle al cambio alternativo, fue el como si… en la segunda parte del año los noté más cansados, menos comprometidos, se fue mermando su capacidad, estaban saturados todo el tiempo, todo se fue mezclando con las condiciones sociofamiliares, vivimos una dinámica donde el estrés por la autoimagen, la aceptación social, todo eso los modificó, pero al final tienen una resiliencia mayor, es decir tienen una capacidad más fuerte para salir adelante, para adaptarse a las dificultades
Otro ejemplo es Claudia Alejo Garza, maestra de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Metropolitana de Monterrey, quien vivió la experiencia de migrar a las diferentes plataformas y aprender en tiempo récord para seguir conservando la esencia de cada materia y buscar la participación activa de los estudiantes.
Ahora las docentes coinciden en la necesidad de retomar poco a poco el regreso a las aulas siempre y cuando se garanticen las condiciones para todos con instalaciones adecuadas y por supuesto se haya dado prioridad al proceso de vacunación en el país, ya que este logro tecnológico tanto por parte de las instituciones como de los individuos sería un retroceso regresar a los planteles de manera tradicional.