Entre lágrimas y esperanza: Así fue "el cierre" de Capullos, ¿Qué sigue?
Descubre la emotiva transición de Capullos hacia un nuevo comienzo con la renovación de sus instalaciones.

A través de sus redes sociales, Mariana Rodríguez Cantú , titular de Amar a Nuevo León, anunció con un emotivo mensaje el “cierre” del actual Capullos para dar paso a Capullos Renace, un proyecto de renovación que busca mejorar las condiciones de vida de los menores y del personal que los acompaña día con día.
- “Hoy no decimos adiós. Decimos hasta pronto, porque lo que vivimos aquí lo llevaremos en el corazón para siempre y porque lo que viene será todavía más grande”, expresó Rodríguez Cantú.
¿Qué significa el cierre de Capullos?
Más que un adiós, se trata de una transición, pues este anuncio no implica la desaparición del centro, sino el inicio de una transformación profunda de sus instalaciones.
Rodríguez Cantú describió este momento como el final de un capítulo que se escribió con entrega, lágrimas, sonrisas y, sobre todo, con corazón.
El nuevo plan contempla:
- Una plazoleta renovada
- Recepción nueva
- Dormitorios modernos
- Áreas especiales para bebés, niñas y niños con discapacidad y cuidados específicos

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¿Qué espacios serán renovados?
La remodelación incluye la fachada de evaluación de mujeres y hombres, nuevos dormitorios para 60 niños en el edificio de evaluación varonil, así como un área totalmente nueva para 65 bebés y 13 niñas y niños con necesidades especiales.
La intención es que cada rincón sea un lugar digno, seguro y lleno de oportunidades para quienes llegan en busca de un nuevo comienzo.
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¿Qué historias marcaron a Capullos?
El mensaje de Rodríguez Cantú estuvo lleno de recuerdos como los primeros pasos de Emilio y Pablito, los avances de Leo y César, el día que se cortó el pelo con Lalo, o las celebraciones por los aplausos de Celis al lograr caminar.
También mencionó a Angelito, Dominique y Paulita, cuyas sonrisas se volvieron símbolo de esperanza.
- Cada testimonio es una prueba viva de que este espacio ha sido mucho más que un refugio: ha sido hogar, escuela y familia.
Por último, Rodríguez Cantú lo definió como “un símbolo de lo que Nuevo León puede lograr cuando se propone transformar vidas”.

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