De relaciones tóxicas y políticos
La relación entre ciudadanos y políticos en México se compara con una relación tóxica: promesas, engaños y desilusiones que se repiten.
Una relación tóxica no siempre es de pareja. En México también existe entre ciudadanos y políticos. Ellos prometen amor eterno en las campañas, abrazos, programas, esperanza. Nos ilusionamos, confiamos como los primeros meses de una bonita relación.
Pero después llegan las mentiras, los abusos, el engaño, nos quitan lo que prometieron, nos ocultan cosas, lo que hacen y nosotros seguimos ahí. ¿Por qué? Porque nos dan algunas migajas de cariño.
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Un apoyo, una beca, un discurso emotivo y como en toda relación abusiva, creemos que eso es una realidad. El ciclo es el mismo, promesas, engaños, desilusión. Los políticos se comportan como parejas abusivas, rompen la confianza, pero regresan flores y nosotros como víctimas seguimos esperando que esta vez sí sea diferente.
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La verdad es dura, ellos mienten porque saben que nosotros lo permitimos.
El día que rompamos esta relación tóxica va a ser el primer acto de amor propio que tengamos como ciudadanos.
