Así puedes proteger tus geranios de plagas sin usar químicos agresivos
Los geranios son flores resistentes, pero también pueden ser blanco fácil de plagas como pulgones o mosca blanca.
Ya sea en balcones, jardines o ventanas, los geranios alegran cualquier espacio con sus colores intensos, sin embargo, estas plantas también pueden atraer plagas comunes que, si no se atienden a tiempo, dañan su follaje, flores y raíces.
Aunque existen insecticidas comerciales, muchos de ellos contienen químicos que afectan la salud de la planta o el entorno, por suerte, hay remedios caseros y naturales que resultan igual de efectivos, más económicos y mucho menos agresivos.
A continuación, te compartimos algunos métodos prácticos, seguros y ecológicos para proteger tus geranios.
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¿Qué plagas son las más comunes en geranios?
Las plagas más habituales que atacan a los geranios son:
- Pulgones: pequeños insectos verdes o negros que se agrupan en los brotes y hojas jóvenes.
- Mosca blanca: insectos diminutos y voladores que dejan una sustancia pegajosa en las hojas.
- Araña roja: casi imperceptible a simple vista, pero deja manchas amarillas y telarañas en el envés de las hojas.
- Orugas y gusanos: atacan principalmente por la noche y comen hojas y flores.
Detectarlas a tiempo es fundamental para evitar que la planta se debilite o muera.
¿Cómo eliminarlas de forma natural sin dañar la planta?
Existen varias soluciones ecológicas que puedes aplicar directamente sobre tus geranios:
- Agua con jabón neutro: mezcla 1 litro de agua con una cucharadita de jabón neutro líquido. Rocía las hojas afectadas cada tercer día hasta que desaparezcan las plagas.
- Ajo y chile en infusión: hierve 1 litro de agua con 2 dientes de ajo y 1 chile seco. Deja enfriar, cuela y aplica con atomizador. Es eficaz contra pulgones y gusanos.
- Aceite de neem: este insecticida natural, derivado de un árbol hindú, ahuyenta una gran variedad de plagas sin dañar la planta ni el suelo.
- Bicarbonato de sodio: ideal para prevenir hongos. Mezcla una cucharadita en un litro de agua con unas gotas de jabón neutro.
Repite las aplicaciones una vez por semana, preferiblemente al atardecer para evitar que las hojas se quemen con el sol.
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¿Qué más puedes hacer para mantener sanos tus geranios?
Además de los tratamientos naturales, hay otras medidas preventivas que ayudan a mantener tus geranios fuertes y menos vulnerables:
- Revisa tus plantas regularmente para detectar signos tempranos de infestación.
- No riegues en exceso, el exceso de humedad favorece la aparición de hongos.
- Coloca tus macetas en zonas ventiladas con buena entrada de sol.
- Retira hojas secas o enfermas para evitar que propaguen enfermedades.
Con estos cuidados, tus geranios no solo lucirán sanos, sino que florecerán con más fuerza, color y vitalidad.
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